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El síndrome vestibular en mascotas puede afectar como se desenvuelven con normalidad

¿Qué es el síndrome vestibular en mascotas?

El síndrome vestibular, también conocido como enfermedad vestibular, es un trastorno que afecta el sistema vestibular tanto en perros como en gatos. Es especialmente frecuente en mascotas de edad avanzada y se caracteriza por síntomas como desorientación, inclinación anormal de la cabeza y tambaleo al moverse.


¿Qué es el sistema vestibular?

El sistema vestibular es crucial para mantener el equilibrio en perros y gatos. Les permite realizar actividades como caminar, correr y saltar. También, mantener la cabeza erguida, orientarse en el espacio y llevar a cabo movimientos complejos, como observar en diferentes direcciones antes de dar un paso. Este sistema, a través de varios sensores, determina la posición de la cabeza con respecto al entorno, lo que permite al cerebro tomar decisiones sobre los movimientos necesarios.

Está compuesto por dos partes: el sistema central y el sistema periférico. Este último se compone de sensores de equilibrio que indican la ubicación relativa de la cabeza con respecto al espacio. Estos sensores se encuentran en el oído interno de los animales. Por otro lado, el sistema central incluye el tronco encefálico y el cerebelo. Se encarga de procesar las señales de los sensores para ayudar al cerebro en la toma de decisiones y envío de señales a las extremidades.

Síndrome vestibular en mascotas

Este trastorno puede afectar al sistema vestibular central o periférico, dependiendo de su origen. Generalmente, es consecuencia de una enfermedad subyacente, salvo en casos como el síndrome vestibular geriátrico en perros y el síndrome vestibular congénito en gatos.

Cuando el síndrome vestibular afecta el sistema central, es el resultado de lesiones en el nervio craneal asociado o en el tronco encefálico. Estas lesiones pueden ser causadas por enfermedades neurológicas, infecciones, traumatismos, trastornos metabólicos, tumores o cáncer.

El síndrome vestibular periférico es más común y suele estar asociado con inflamaciones del oído interno causadas por enfermedades infecciosas como la otitis. También, puede ser producto de traumatismos locales en el oído interno, como, por ejemplo, los causados por la introducción de objetos dentro del conducto auditivo durante una limpieza de oídos.

En perros ancianos, el síndrome puede ser idiopático, es decir, presentarse sin una razón aparente. Los síntomas suelen persistir durante un tiempo determinado hasta desaparecer, dejando posibles secuelas a largo plazo. Aunque se desconoce la explicación exacta del síndrome vestibular en perros ancianos, se cree que está relacionado con la inflamación de la porción vestibular del nervio craneal asociado.

El síndrome vestibular felino puede manifestarse desde temprana edad debido a malformaciones genéticas, que a menudo también provocan discapacidades como la sordera o la ceguera. Por otro lado, si un gato durante su juventud sufrió de enfermedad vestibular, puede desarrollarla de nuevo en su vejez, gracias a la pérdida progresiva de la vista, ya que este sentido participa como fuente de información del sistema vestibular.

Algunos gatos, después de superar la enfermedad principal, muestran secuelas del síndrome vestibular, como inclinación persistente de la cabeza.


Síntomas

Los síntomas del síndrome vestibular son los mismos, independientemente de qué parte del sistema vestibular esté afectada. Además, suelen presentarse junto a otros síntomas, propios de la enfermedad subyacente. Esto son:

  • Inclinación de la cabeza. En gatos, es más pronunciada hacia un lado específico
  • Movimientos involuntarios de los ojos de un lado a otro de forma lineal, a veces muy rápido
  • Pérdida del equilibrio, caídas o dificultad para mantenerse de pie
  • Mareos
  • Vómitos en perros (raro en gatos, aunque pueden vomitar debido al mareo)
  • Algunos gatos pueden caminar en círculos hasta caerse
  • Maullidos o llanto más frecuentes de lo habitual en gatos

El diagnóstico del síndrome vestibular se hace mediante la inspección del canal auditivo y radiografías simples. En casos más complejos, puede ser necesario realizar un examen neurológico más exhaustivo que incluyan resonancias magnéticas.


Tratamiento

En mascotas jóvenes, el tratamiento consiste en abordar la enfermedad subyacente que lo está provocando. Si el síndrome se debe a una infección en el oído, se prescriben antibióticos. También pueden recetarse antimicóticos para infecciones por hongos. Si se encuentran lesiones o tumores en el tronco encefálico o nervios craneales, el veterinario evaluará la necesidad de cirugía.

En perros ancianos, donde el síndrome a menudo se presenta sin una enfermedad subyacente, es común que desaparezca por sí solo en unos pocos días o semanas, por lo que se suelen recetar medicamentos paliativos, como pastillas para evitar los mareos.

En el caso del síndrome vestibular congénito felino, muchas razas afectadas pueden desarrollar su vida compensando las deficiencias que el síndrome provoca, aunque quizás necesiten de asistencia el resto de sus vidas.

Si sospechas que tu mascota está experimentando síndrome vestibular, es importante buscar atención médica veterinaria de inmediato. Recuerda que el tratamiento siempre debe ser indicado por un veterinario profesional.

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