Convivir con una mascota implica saber cómo actuar en casos de emergencia. Aunque lo más recomendable es acudir inmediatamente al veterinario, hay acciones a tu alcance que salvarían la vida de tu engreído. Si tu perro se ahoga, a continuación, te presentamos los primeros auxilios que puedes aplicar.
Responsabilidad ante todo
Antes de conocer las técnicas que puedas necesitar, recuerda lo siguiente:
1. Mantén la calma
Recuerda que si tu perro percibe tu desesperación, esto solo podría aumentar la propia ansiedad que él está experimentando.
2. Atención con las mordidas
Para realizar los primeros auxilios en caso de ahogamiento, es necesario abrir la boca del perro, por lo que si está muy nervioso, es normal que intente morderte si aún puede hacerlo. Así que procede siempre con precaución.
Una forma de evitar mordeduras al abrir su hocico, es practicarlo de vez en cuando mientras está tranquilo, utilizando una pelota o juguete.
3. Siempre ve con un profesional
Los primeros auxilios no sustituyen la atención veterinaria. Ante una situación de ahogamiento, es necesario acudir a un profesional.
La idea de los primeros auxilios es ganar tiempo y evitar complicaciones para tu mascota, pero aunque el momento más crítico haya pasado, es necesaria una revisión hecha por un veterinario.
Durante cualquier procedimiento, puedes lastimar su garganta, mandíbula o incluso romper sus costillas al realizar una reanimación cardio pulmonar (RCP), por lo que siempre debes llevarlo de emergencia al veterinario.
Técnicas que debes conocer
Maniobra de Heimlich
- Para perros medianos o grandes, colócate detrás de él, pegando tu pecho a su espalda y rodeándolo con un brazo. Si es un perro pequeño, simplemente acércalo a tu pecho
- Coloca un puño cerrado en la parte final de la caja torácica y el comienzo del estómago
- Empuja con movimientos rápidos el abdomen hacia arriba y hacia dentro con tu puño
- Repite este movimiento hasta lograr sacar la obstrucción de la garganta.
Respiración Boca-Nariz
- Coloca al perro sobre su costado derecho.
- Mueve su cabeza hacia abajo, abriendo su boca y sacando su lengua para asegurarte de que no tenga obstrucciones.
- Extiende el cuello del perro y sopla suavemente dentro de su nariz, manteniendo su hocico cerrado. Observa cómo su pecho se infla.
- Realiza este proceso cada 2 a 3 segundos hasta que comience a toser, respirar normalmente o lleguen al veterinario.
- Es posible que también vomite, así que mientras no soples aire por su nariz, permite que abra el hocico.
Reanimación Cardio-Pulmonar (RCP)
Consiste en realizar compresiones en su pecho para estimular la circulación, alternándose con respiraciones boca-nariz para activar su sistema respiratorio. Utiliza esta técnica en casos más graves cuando hay ausencia de respiración y posiblemente un paro cardíaco:
- Para perros pequeños o medianos, ponlo sobre su costado derecho y dobla su pata delantera. Justo donde comienza el codo es el lugar en el que harás las compresiones en su tórax
- En caso de perros grandes, acuéstalo boca arriba, manteniendo sus patas delanteras a los costados. Sobre la parte más ancha de su esternón harás las compresiones
- Dependiendo del tamaño de tu perro, puedes usar una o las dos manos para las compresiones
- Realiza 120 compresiones sobre su pecho por minuto. Es decir, 2 o 3 compresiones por segundo
- Si son muy fuertes puedes partir sus costillas, si son muy débiles, no serán suficiente para estimular su circulación.
- Alterna las compresiones con respiraciones boca nariz, haciendo 2 respiraciones cada 30 compresiones.
- Continúa hasta que notes el pulso, tu perro reaccione o llegue al veterinario.
Tipos de ahogamiento que tu perro puede sufrir
Las señales de un ahogamiento son claras: dificultad para respirar, ansiedad, jadeo fuerte, estiran su cuello y cabeza para tratar de tomar más aire y aparición de cianosis. Los perros pueden ahogarse por diversas razones: obstrucción en la garganta, inmersión, inhalación de humos tóxicos, falta de oxígeno en lugares cerrados o golpes en el tórax.
1) Ahogamiento por Inmersión
Esto ocurre si tu perro nadando se cansa y está muy lejos de la orilla, el agua donde está sumergido está muy fría, o está dentro de una piscina sin saber cómo salir.
Aunque los perros saben nadar por naturaleza, no es el caso de todos ellos. Si un perro que no sabe nadar cae dentro de una piscina o una masa de agua muy grande, es probable que se ahogue. De forma que, siempre debes estar atento a su comportamiento frente a situaciones de riesgo.
Lo que debes hacer:
- Abre su boca y saca su lengua para que expulse el agua acumulada
- Realiza la técnica de respiración boca-nariz hasta que comience a toser y expulse el agua de sus vías respiratorias
- Si el perro está inconsciente, realiza RCP
- Intenta todos los procedimientos hasta que el perro reaccione y logren llegar al veterinario
2) Ahogamiento por obstrucción en la garganta
Ocurre cuando tu perro se ahoga con comida que no haya masticado apropiadamente, juguetes o trozos de juguetes muy pequeños que haya intentado tragar o el más común, si traga algún hueso muy grande.
Primeros auxilios si tu perro se ahoga con objetos:
- Inspecciona rápidamente su garganta y trata de sacar el objeto si es accesible de manera segura. Debes hacerlo con cuidado y solo si puedes alcanzar el objeto con facilidad, de lo contrario puedes agravar la obstrucción
- Si no puedes sacar el objeto, intenta levantar al perro por las patas traseras con la cabeza hacia abajo (posición de carretilla) para que lo expulse
- Prueba golpeando su lomo con la palma de tu mano mientras está boca abajo
- Si no funciona lo anterior, realiza la maniobra de Heimlich o respiración boca-nariz hasta que el objeto sea expulsado
- Recuerda revisar su boca con frecuencia. Muchas veces el objeto sale de su garganta, pero se mantiene en la boca, por lo que puede tragarlo de nuevo
- Acude de inmediato con el veterinario
3) Ahogamiento por Otras Causas
Si un perro se encuentra en un lugar cerrado con poca ventilación, inhala humos tóxicos o sufre del síndrome de perro braquicéfalo, es probable que termine ahogándose. Incluso el golpe de calor también reduce el transporte de oxígeno en su cuerpo.
En estos casos, si tu perro se ahoga, los primeros auxilios empiezan aislando al perro de la fuente del problema. Intenta alejarlo de los humos que esté inhalando o, en todo caso, proporciónale una mayor ventilación.
Si se trata de un perro braquicéfalo que se ha quedado sin aire, detén la actividad que estuvieran realizando previamente y estimula el movimiento de su pecho con ligeras compresiones. Lo mismo puedes hacer durante un golpe de calor, añadiendo la aplicación de compresas húmedas para bajar su temperatura. En casos más severos, emplea la respiración boca-nariz o la reanimación cardio pulmonar (RCP).
Si la causa del ahogamiento es una herida abierta en el tórax, trata de mantenerla cerrada mientras llegan al veterinario, conteniendo la posible hemorragia. Evita realizar el masaje cardio torácico para no agravar la herida y solo recurre a la respiración boca-nariz.
En caso de un traumatismo fuerte en el tórax, como una caída, por ejemplo, dado que no hay manera de saber la gravedad de la herida, el masaje cardio torácico muy fuerte puede empeorarla. Recurre a la respiración boca-nariz mientras llegan al veterinario.