El paseo es fundamental para la rutina diaria de tu mascota. La frecuencia ideal varía según la raza y personalidad de cada mascota, por lo que es importante saber cuántas veces debes pasear al perro para lograr una mejor convivencia.
La idea general es que los perros deben salir entre 2 y 4 veces al día, de acuerdo a la frecuencia con la que comen. Sin embargo, no todos los perros son iguales. A continuación, se explican los factores que debes tomar en cuenta para programar las salidas de tu engreído y saber cuántas veces debes sacarlo a pasear.
Paseos para ir al baño
Es importante entender que los paseos del perro cumplen dos funciones principales: primero, permiten que tu perro se ejercite y segundo, que vaya al baño fuera de casa. Esto último es esencial, especialmente si el perro vive en un hogar pequeño y no tiene un espacio donde pueda hacer sus necesidades. Hay que entender cuál es el propósito de pasear al perro para establecer una frecuencia y, a largo plazo, una rutina.
En el caso de las idas al baño, los perros generalmente defecan dentro de las 2 horas después de comer, aunque suelen hacerlo entre los primeros 15 a 20 minutos; esto depende de cada caso particular. Debido a ello, es durante este lapso de tiempo que debes sacar al perro de paseo, para que pueda hacer sus necesidades.
De esta manera podemos asociar las idas al baño con las veces que come. Normalmente, entre cada comida un perro adulto puede esperar entre 8 a 12 horas, lo que se traduce en 2 comidas al día y, por consiguiente, 2 idas al baño.
La edad es un factor importante
Los cachorros comen más veces durante el día, lo que implica más deposiciones y, por lo tanto, más paseos; especialmente si están en fase de entrenamiento para asociar el paseo con la ida al baño y evitar que hagan sus necesidades dentro de casa. En el caso de los perros adultos mayores, es posible que no aumente la cantidad de comida que ingieran, pero sí la frecuencia con la que van al baño, ya que su control de esfínteres no es tan eficiente como en su juventud.
Para estas situaciones, tanto para adultos mayores como para cachorros, lo ideal no es pasear muchas veces al perro. En su lugar, puedes apoyarte en herramientas como pañales para perros.
Aunque las idas al baño pueden estar asociadas a los horarios de comida, ten en cuenta que los perros orinan con más frecuencia que los seres humanos, así pues, no todas las idas al baño son exclusivamente para que hagan deposiciones. En este sentido, lo recomendable es sacarlos a pasear cada 6 horas.
Este puede ser un periodo de tiempo relativamente corto entre paseos, para el que no siempre estarás disponible. Pero estos paseos pueden ser breves, ya que muchos perros, después de orinar, pierden el interés en seguir fuera y prefieren regresar a casa.
Asimismo, la comida no es el único factor que determina las idas al baño de un perro. Muchos perros hacen sus necesidades después de jugar o de tomar una siesta; todo depende de cada caso en particular. Por esta razón, los paseos no solo sirven para que el perro haga sus necesidades, sino que también son una oportunidad para que se ejerciten y exploren su entorno. De hecho, muchos perros se sienten más inclinados a hacer sus necesidades después de jugar y cansarse.
Los perros necesitan ejercitarse
El ejercicio permite que los perros se mantengan sanos tanto física como mentalmente. Una buena sesión de caminata al aire libre ayuda a prevenir problemas de ansiedad o estrés, evitando comportamientos indeseables, como ladridos excesivos, destrucción de objetos, marcaje excesivo dentro de casa, aislamiento e incluso agresividad.
En la mayoría de los casos, los perros deberían salir al menos 2 veces al día para hacer una caminata. Sin embargo, la intensidad, duración e incluso frecuencia de la misma dependen de cada perro en particular.
Por ejemplo, los perros de razas grandes o de trabajo requieren paseos largos que incluyan algo de trote, ya que biológicamente están adaptados para quemar una gran cantidad de energía. Perros como los huskies, weimaraners o border collies necesitan salidas frecuentes y estimulantes.
Además, las razas de perros pequeños no requieren paseos tan prolongados ni de largas distancias, porque anatómicamente no están preparados para ello. Al ser de menor tamaño, tienen patas cortas, en consecuencia se cansan recorriendo distancias largas. En estos casos, razas como los yorkies, salchichas o chihuahua solo necesitan una salida al día.
Cada perro es diferente
También hay que considerar características especiales de algunas razas, como los perros braquicéfalos, que pueden sufrir problemas respiratorios si se les somete a un ejercicio físico extenuante. Incluso el bóxer, a pesar de ser una raza grande, puede tener dificultades respiratorias debido a su condición de braquicéfalo.
Además de las características de cada raza, hay que tomar en cuenta la condición física preexistente del perro. Un perro con obesidad no puede ser sometido al estrés de largas caminatas o ejercicio físico. Aun cuando es beneficioso para su salud, podría agravar problemas subyacentes, como dolores en las articulaciones. En estos casos, los paseos deben ser cortos y vigilados, aumentando la intensidad gradualmente según la capacidad del perro.
Es importante estar atento durante el paseo del perro a síntomas de sobreesfuerzo, sin importar la raza o edad, especialmente en climas cálidos, donde podrían sufrir un golpe de calor.
¿Cómo calcular los paseos del perro?
Lo recomendable sería pasear al perro por lo menos 2 veces al día durante 30 minutos a 1 hora, pero todo depende de cada caso en particular. También hay que considerar factores como el nivel de adiestramiento, el clima, la disponibilidad de tiempo o si se requiere un servicio de paseadores.
Para tener una idea acertada, combina dentro de su rutina las salidas para ir al baño con las necesarias para ejercitarse. Para lograr esto, debes conocer en detalle el comportamiento de tu perro. Aunque recuerda, los perros son animales de hábitos, y necesitan de una rutina estructurada, así que ellos mismos sabrán adaptarse con facilidad al plan que mejor te convenga para sus paseos.
El paseo no debe ser solo una caminata a tu lado. Es una oportunidad para estimular a tu mascota mentalmente, siendo el juego una parte fundamental para lograrlo. Es importante que el perro, en algún momento del trayecto, pueda explorar por su cuenta, jugar con algún objeto e incluso interactuar con otros perros.
Si no es posible soltar a tu perro durante el paseo, entonces intercala actividades de juego dentro de casa con las salidas regulares. O suscríbete a guarderías especializadas donde tendrán el espacio, socialización y estimulación que necesitan sin necesidad de un paseo recurrente. Estas actividades contribuyen al desarrollo cognitivo del animal, mejoran su socialización y, en última instancia, la convivencia en el hogar.