Si ya tienes una mascota, bien sea un perro o un gato, quizás te has preguntado si se siente solo o si necesita alguna clase de compañía, sobre todo si pasas mucho tiempo fuera de casa. Realmente adoptar una segunda mascota, o más de una, depende de la convivencia que se haya desarrollado con la primera. Queremos dejarte las claves para saber si es el momento de adoptar a otra mascota.
Lo que debes sabes antes de adoptar otra mascota
Debes ser consciente de que tendrás que encargarte de su alimentación, cuidado, visitas al veterinario, entre otros aspectos. Todos los esfuerzos que has invertido con tu primera mascota deberás duplicarlos al traer una segunda. Es decir, todo requerirá el doble de atención. Más allá del bienestar de tu primera mascota, es crucial ser honesto contigo mismo y evaluar si estás dispuesto a asumir tal compromiso.
Los animales suelen ser muy territoriales, y al principio puede que no quieran compartir su espacio con otra mascota. No estarán dispuestos a dividir sus juguetes, ni siquiera tu tiempo o cariño. Por lo tanto, es fundamental tener paciencia durante el proceso de adaptación. Respetar los espacios y las personalidades de cada mascota es algo de vital importancia.
Si tu mascota muestra signos de depresión o ansiedad, adoptar una segunda mascota puede ser un arma de doble filo. Si la adaptación se realiza adecuadamente, los síntomas disminuirán. Se volverá más activa por lo que quemará más energía, experimentará menos ansiedad por separación y en general, tendrá mejor humor. No obstante, si tu mascota presenta problemas de socialización, adoptar otra mascota solo reforzará la ansiedad. Lo ideal es evaluar el comportamiento de tu mascota para tomar una decisión informada.
Adoptar a otro perro
Cuando juntas a vivir dos perros, estos crearán una manada, lo cual es beneficioso si ambos perros saben socializar, ya que se adaptarán rápidamente el uno al otro. Pero, si no han tenido la interacción contigo, es probable que no te incluyan en su dinámica y se presten más atención entre ellos mismos que a ti. Si tu perro ya tiene comportamientos indeseables, un segundo perro lo único que puede hacer es imitar esos comportamientos. Por lo tanto, es esencial que sepas relacionarte con ambos perros por separado y que sean atendidos de esta forma, respetando la personalidad de cada uno, para que así obedezcan a tus comandos.
Es fundamental que vigiles los juegos entre perros. Aunque pasen gran parte del día jugando, estos momentos se pueden tornar violentos hasta convertirse en peleas. Si los encuentros bruscos son recurrentes, podrían desarrollar hostilidad mutua, lo que complicaría la convivencia y requeriría su separación para evitar problemas mayores.
En el caso de un perro adulto y un cachorro, el adulto servirá para educar al más pequeño. Al principio se mostrarán territoriales, pero pasado el tiempo de adaptación, serán compañeros de juego, y de hecho los perros adultos tienden a proteger a los más jóvenes.
¿Y si quiero un segundo gato?
Los gatos son muy territoriales, por lo que si adoptas otra mascota, tardarán más en aceptarla y adaptarse a ella. Este comportamiento está influenciado por sus habilidades sociales, las cuales varían según su raza. Algunas razas de gatos prefieren su propio espacio y se pondrán agresivos ante la presencia de otro gato.
Puedes exponer a tu gato de forma gradual a más gatos para observar su comportamiento. Si intenta atacar; se retira a un rincón lejano; sisea, gruñe o hace cualquier sonido menos maullar; tensa sus músculos; sus pupilas se dilatan o su cola se esponja; son signos de estrés, por lo que un segundo gato no será una buena idea.
La clave para una relación exitosa entre gatos es la paciencia. Aunque los gatos pueden convivir bien con otras mascotas, requieren de un considerable tiempo de adaptación. Se recomienda mantener a ambos gatos en habitaciones separadas. El segundo gato debe tener su propio comedero, tazón de agua, cama y juguetes, en un lugar donde el primer gato no frecuente. Así, hasta que cada uno se adapte al olor del otro, por lo que es importante que se olfateen; Puedes rotar los espacios, cambiando de sitio las cosas de cada uno, hasta que se acostumbren a convivir.
Adoptar otra mascota: Perros y gatos
Contrario a lo que la cultura popular ha hecho creer, los perros y los gatos pueden llevarse muy bien. Eso sí, teniendo en cuenta que a los gatos por naturaleza no les agrada ningún animal que invada su espacio, sin importar la especie. Sin embargo, la adaptación entre perros y gatos es más común y sencilla de lo que parece.
Al ser especies diferentes, no compiten por tu atención; tienden a ignorarse mutuamente o a compenetrarse de forma tal que es habitual verlos dormir juntos. Pero nuevamente, todo depende del comportamiento de la primera mascota. Es fundamental evaluar cómo actúa ante la presencia de otros animales para determinar si es posible exponerlo a una segunda mascota.
En conclusión, adoptar otra mascota depende de tu tiempo, dinero y de la interacción con tu primera mascota. No te dejes guiar por la presunción de que estarán mejor acompañadas; lo cierto es que algunas mascotas disfrutan siendo el centro de atención y una segunda mascota puede causarles estrés.
