Mascotas365

Las fajas pueden ser usadas por mascotas esterilizadas pero no son obligatorias

 ¿Debo comprar una faja para mi mascota esterilizada?

Para garantizar una óptima recuperación, después de que tu mascota haya sido esterilizada, se sugiere el uso de faja postoperatoria. Es una de las recomendaciones que debes seguir, especialmente si es hembra. Sin embargo, se ha descubierto que el empleo de fajas es opcional.

¿Por qué no es obligatorio el uso de las fajas?

La mayoría de las incisiones realizadas durante una cirugía de esterilización, son demasiado pequeñas para requerir el empleo de una faja. Además, se utilizan puntos de sutura que no son visibles, lo que reduce el riesgo de que se abran durante la recuperación. Por lo que a veces no es necesario recubrir la herida, y solo es suficiente con el vendaje provisional que coloca el veterinario.

Sin embargo, instintivamente tu mascota intentará lamerse la herida, ya sea que tenga puntos de sutura externos o no. Aquí es donde la utilidad de una faja se hace evidente: al cubrir la herida, evita que tu mascota esterilizada tenga contacto directo con ella. Si tu mascota no logra lamer la incisión, se previene el riesgo de infección.

Para evitar que la herida se contamine por contacto con elementos del entorno, también se usa la faja. Aunque se recomienda mantener inmóvil a la mascota, durante los primeros días después del procedimiento, esta querrá moverse, por lo que se verá expuesta a elementos externos de su ambiente, que quizás infecten su herida y prolonguen su recuperación.

Tanto para evitar las lamidas como la contaminación por agentes externos, existen alternativas a la faja que son mucho más recomendadas. El collar isabelino es la opción más indicada para evitar las lamidas en las heridas, mientras que una limpieza y cambio regular de vendajes (en caso de ser necesario) son más eficaces para combatir la contaminación externa.

Posibles problemas durante la recuperación con el uso de fajas

El principal problema al usar una faja es que las personas tal vez se confíen y olviden revisar la herida con regularidad. Además, la faja puede favorecer la proliferación de bacterias, las cuales, si no se atienden a tiempo, podrían generar infecciones y complicar la salud de tu mascota.

Por otro lado, la faja puede resultar muy incómoda y restringir los movimientos de tu mascota recién esterilizada, lo que podría interferir en su estado de ánimo y su comodidad en general. Aunque las mascotas no deben realizar actividades físicas muy exigentes durante las dos semanas posteriores a la operación, es probable que intenten levantarse o caminar ocasionalmente. Por lo que, además del dolor de la herida, sentirán las limitaciones impuestas por la faja.

¿Cuándo es recomendable usar una faja para mascotas?

Las fajas son convenientes en casos de heridas, o incisiones quirúrgicas muy grandes o profundas, que requieran múltiples puntos de sutura. En estos casos, la faja no solo protege la herida de lamidas, sino que también brinda una protección general. Asimismo, se sugiere su uso en casos de dermatitis, para evitar que la mascota se rasque y agrave el problema en la piel.

Las fajas están especialmente recomendadas para la esterilización de hembras (perras o gatas). En los machos, la esterilización implica la extirpación de los testículos, una cirugía más superficial en comparación con la remoción de ovarios y útero de las hembras.

En caso de ser usada, la faja normalmente se limita a una semana, máximo 10 días. Sin embargo, la duración puede extenderse dependiendo de la evolución de la mascota. Esta extensión en el periodo de tiempo debe estar bajo la supervisión del veterinario.

Puedes confeccionar tu propia faja con tela de algodón, adaptada a las medidas de tu mascota de forma que cubra la herida de la esterilización y el torso. Asimismo, existen prendas para mascotas que pueden funcionar como fajas, pero es importante asegurarse de que el material permita la respiración de la herida, y evite la acumulación de calor, que puede convertir la herida en un caldo de cultivo de bacterias.

La decisión de usar una faja, ya sea casera o adquirida, queda a tu elección. No obstante, como se ha mencionado, es fundamental contar con la aprobación y recomendación de tu veterinario. En caso de optar por su uso, es esencial revisar la herida regularmente, para asegurar su limpieza y prevenir infecciones.

Suscribirse