Cada 20 de marzo se festeja el Día Mundial de la Felicidad según la Organización de las Naciones Unidas, y qué mejor manera de celebrarlo que junto a tu amigo de cuatro patas. Por ello, queremos mostrarte cómo tener una mascota puede traer felicidad a nuestras vidas.
¿Las mascotas nos hacen más felices?
Existe la teoría de que interactuar con nuestras mascotas libera oxitocina en el organismo. La oxitocina, conocida como la “hormona del amor” u “hormona del abrazo”, promueve la confianza, la empatía y los vínculos sociales. Con esta hormona circulando en nuestro cuerpo, nos sentimos más felices y estamos más inclinados a realizar actividades que mantengan esas sensaciones positivas. En otras palabras, somos más amables con nosotros mismos y con los demás, más proactivos y mejoramos nuestros hábitos.
La presencia de una mascota, en general, nos hace más empáticos, reduce nuestro estrés y ansiedad, nos vuelve más seguros de nosotros mismos, y promueve relaciones más saludables con el entorno. En este estado de felicidad, tomamos mejores decisiones en cuanto a nuestro bienestar, lo que no solo mejora la relación con nuestras mascotas, sino también la salud física.
Cómo nuestras mascotas brindan felicidad
Estimulación sensorial
Jugar con tu mascota incrementa los niveles de serotonina y dopamina, conocidas como “hormonas de la felicidad”. Estas hormonas ayudan a relajar el sistema nervioso, reducir el estrés y la ansiedad.
Reducción de la presión arterial
El simple hecho de dedicar unos minutos a acariciar a tu mascota ayuda a disminuir la presión arterial. Es una actividad relajante que lleva a una disminución del estrés, mientras fortalece el lazo que te une a tu mascota.
Soporte emocional
La compañía de una mascota mitiga la soledad y la ansiedad. Tener mascotas mientras atravesamos situaciones difíciles, promueve una sensación de calma. Muchas mascotas, debido a sus sentidos desarrollados, pueden detectar cuándo un humano está pasando por un momento de temor o tristeza, y se acercan para brindar su apoyo. Además, la responsabilidad de cuidar a otro ser vivo puede hacer que nos sintamos útiles y necesarios, lo que también contribuye a nuestra felicidad.
Ayudan a socializar
A través de las mascotas es posible crear comunidades. Las interacciones que se dan a través de las mascotas son generalmente con otras personas amantes de los animales, lo que nos permite encontrar la alegría de formar parte de un grupo.
Animan nuestros días
Nada más gratificante que llegar a casa y ver cómo las mascotas se alegran con nuestra presencia, manifestándolo con su efusividad, moviendo sus colas o ronroneando. Ese simple gesto puede llenarnos de felicidad el resto del día. Lo mejor, es que pueden hacerlo si pasamos todo el día fuera de casa o tan solo después de haber transcurrido unos cuantos minutos.
Somos parte de sus vidas
La felicidad que nos generan nuestras mascotas puede provenir de actos tan simples como observarlas interactuar con el mundo que las rodea. Simplemente, al ser ellas mismas y convertirnos en cómplices de sus aventuras, nos brindan alegría. Si eres amante de las mascotas, seguramente te has reído viendo a tu perro descubrir una fuente de agua o a tu gato jugar con su caja favorita. Esa es la verdadera felicidad de tener una mascota.
