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El perro faldero por naturaleza siempre quiere estar cerca de su dueño

El síndrome del perro faldero ¿Tu perro lo padece? 

Si tienes un perro de raza pequeña, que depende completamente de tu presencia y hasta se vuelve temeroso si no estás cerca. O, por el contrario, se torna agresivo ante cualquier persona que se acerque a ti. Es probable que tu perro sufra del síndrome del perro faldero.

¿Qué es el síndrome del perro faldero?

No es una condición médica propiamente dicha. Pero se ha acuñado el término a una serie de comportamientos excesivos por parte de un perro que requiere de constante atención. Presenta total dependencia ante el dueño, y desarrolla ansiedad por separación. Este fenómeno se ha observado en su mayoría en perros de razas pequeñas, de allí su nombre.

En general, los perros de razas pequeñas fueron criados como perros de compañía o perros falderos. Eran perros que debían mantenerse en el regazo o “faldas” de sus dueños, de aquí el significado de “perro faldero”.

Por eso, la mayoría de los perros que pertenecen a estas razas tienen una fuerte tendencia a mantenerse cerca de sus dueños, es parte de su genética. Sin embargo, como cualquier otra raza de perro, son capaces de jugar, comer y desarrollar dinámicas con su dueño, sin estar bajo su constante supervisión.

Síndrome del perro pequeño

También se puede utilizar el término “síndrome del perro pequeño” para aquellos comportamientos desafiantes mostrados por perros chicos. 

Debido a su tamaño, muchos dueños de mascotas tienden a sobre estimular o “consentir” a sus perritos, tratándolos más como muñecos de peluche que como animales. Este exceso de cariño lo único que hace es indicarle al perro que es él quien está al mando. Lo que se termina convirtiendo en perros que no obedecen, reactivos, con mal carácter y que incluso pueden llegar a atacar a sus dueños.

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¿Cómo vivir con un perro pequeño?

Para evitar que desarrolle cualquiera de los comportamientos antes descritos, es importante que el perro tenga una buena socialización desde cachorro, que sea expuesto a diferentes estímulos, animales y personas. Así, no dependerá tanto de la presencia de su dueño.

Aprende a establecer límites con tu perro. La disciplina, además del cariño, también es parte de una sana convivencia. Es cierto que los perros merecen ser mimados, pero esto es contraproducente si se hace de forma exagerada. Ten en cuenta que aun siendo pequeño, es un ser vivo con temperamento propio, no un juguete.

Los perros necesitan rutinas y límites para mantenerlos alejados del estrés y la ansiedad. Aunque no lo creas, ellos son más felices cuando se le ha indicado cómo va a hacer su día a día, y en el momento que reciben órdenes o tareas por cumplir por parte de sus dueños.

Por otro lado, si ya da muestra de conductas de apego excesivas, lo ideal es acudir a un adiestrador canino profesional, para que se establezca una estrategia donde el perro pueda vincularse de forma más positiva. 

También debes recurrir a tu veterinario para descartar problemas de salud, puesto que muchas veces, los perros muestran cambios en su comportamiento cuando están enfermos.

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