
La dieta BARF para perros, está basada en alimentos crudos y naturales, que busca replicar la alimentación ancestral canina. Se enfoca en satisfacer las necesidades nutricionales y promover la salud de los perros. Sigue leyendo para descubrir más acerca de esta nueva tendencia.
Es un tipo de alimentación que busca proporcionarles una dieta natural que se asemeje a la que consumían sus antepasados. Está basada en alimentos crudos y no procesados, sin preservativos ni aditivos químicos. Este régimen está diseñado para satisfacer las necesidades nutricionales de los perros, aprovechando su naturaleza carnívora y brindándoles vitaminas y minerales esenciales.
El nombre proviene de las siglas en inglés para “Biologically Appropriate Raw Food”, que significa “Dieta cruda biológicamente apropiada”. También se interpreta como “Bones And Raw Foods” que significa “Huesos y comidas crudas” en español.
La dieta BARF para perros debe contener proporciones específicas para garantizar que sea rica en proteínas, tenga algunas grasas y pocos carbohidratos. Incluye carnes, huesos, vísceras, frutas y vegetales, siendo distinta a otras dietas de comida cruda. Las proporciones pueden ser: 70% carnes, 10% huesos crudos, 7 % vegetales, 5% hígado, 5% vísceras u otros órganos como corazón, riñón, pulmones o estómago, 2% semillas, y 1% frutas. Estas cantidades varían según las raciones habituales de tu perro, que dependen de su edad, peso, tamaño, raza y metabolismo.
Básicamente, existen dos tipos de dietas BARF que puedes implementar:
Implica ofrecer a las mascotas comida casera, respetando las proporciones recomendadas por la dieta BARF para perros. Tiene cierta flexibilidad, ya que algunos alimentos completamente crudos pueden resultar peligrosos, razón por la cual muchos dueños de mascotas cocinan algunos ingredientes sin condimentos. No obstante, esto implica más tiempo de preparación y puede llegar a ser costoso. Además, a pesar de seguir proporciones, es posible que no se incluyan todos los nutrientes necesarios para la salud de tu perro.
Son comidas procesadas. Ya vienen con las proporciones adecuadas y están listas para servir, evitando el riesgo de dejar por fuera algunos nutrientes esenciales. Estas comidas son más seguras porque cumplen con todos los protocolos de higiene y sanidad en su preparación, necesarios para garantizar la inocuidad alimentaria. Pueden presentarse en dos formas: BARF congelada o BARF empacada al vacío. En ambos casos, las marcas se esfuerzan por evitar o reducir al mínimo, el uso de conservantes, lo que implica que su duración sea limitada o resulten costosas.
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