Se ha convertido en el ultimo estreno en las carteleras peruanas con mayor éxito, aunque su propio creador al principio temió que nadie vería su película. “Vaguito: Te esperaré en la orilla”, narra una historia conmovedora con un perro como protagonista. Pero tras la película de Vaguito, se encuentra un caso de la vida real.
El Hachiko peruano
Hachiko fue un perro que vivió en Japón cuya leyenda inspiró un libro y posteriormente una película. Fue un perro que, luego de la muerte de su dueño, siguió con la rutina que tenía con él, e iba a esperarlo todos los días a la estación del tren.
El caso de Vaguito es muy similar. Vaguito es un perro mestizo que fue abandonado en las playas de Punta Negra. Allí fue adoptado por un pescador de la zona. Cada día el perro iba con su dueño hasta la playa para verlo partir y se quedaba allí esperando su llegada. Lamentablemente, el pescador falleció. Desde entonces Vaguito se queda vigilante de la playa, para reencontrarse con su compañero humano.
Hoy en día, a sus 13 años de edad, Vaguito junto con su actual cuidadora, todavía visita la playa esperando el regreso de su antiguo dueño.
Vaguito llegó a los cines
Esta historia inspiró a Alex Hidalgo, a realizar una película de Vaguito, dedicada a la extraordinaria relación que existe entre humanos y animales. Para el director era importante mostrar cómo es la pureza de los sentimientos que desarrolla una mascota por su humano.
Actualmente pueden ver “Vaguito: Te esperaré en la orilla”, en las diferentes salas de cine de Lima. La cinta ocupa actualmente el top 3 de películas peruanas más vistas. Ha sido bien recibida tanto por el público como por la crítica, y está próxima a ser lanzada a nivel internacional.
Con esta película se busca sensibilizar a las personas con respecto a la adopción responsable y promover mecanismos para el apoyo de refugios y albergues.
Un perro famoso
Lo mejor de esta historia es que el actor que interpreta a Vaguito es un perro mestizo rescatado. El actor, que tal como su personaje se llama “Vaguito”, fue abandonado en las calles del distrito de Lince, en Lima. Desde ese momento lo cuidaron los vecinos de la zona, dándole alimentos mientras dormía en las casillas de serenazgo. Unas vecinas preocupadas por su bienestar, convocaron su adopción a través de panfletos y redes sociales.
Por medio de una búsqueda en internet el adiestrador Wilbert Flores dio con el albergue a cargo del perro. En ese momento, necesitaba un perrito que pudiese encarnar al Vaguito de la vida real. Así que al ver a este Vaguito, su buena actitud, alegría y disposición a seguir órdenes, lo eligió para interpretar al perro en pantalla.
Desde entonces la vida de este perro cambió para siempre. El adiestrador terminó adoptándolo luego de la química desarrollada entre ambos durante el rodaje de la película. Además, ha ido a diferentes funciones y presentaciones de la cinta, ganándose el afecto y el cariño del público. De hecho, es el principal responsable de que los peruanos vayan al cine para ver su actuación.
