Aunque la mayoría de los perros muestran lealtad, fidelidad e incluso devoción por sus dueños, lo cierto es que existen razas de perros que son mucho más cariñosas y fieles, que otras. Descubre junto a nosotros algunas de ellas:
Staffordshire Bull Terrier
El Staffordshire Bull Terrier es un perro con una musculatura robusta que puede llegar a pesar 17 kilos. Para entrenarlo se requiere de un dueño experimentado, sobre todo porque puede ser territorial o reactivo con otros animales. Aun así, con una buena socialización y educación temprana es extremadamente leal y fácil de convivir, ya que se vuelve muy apegado a su dueño, estando siempre dispuesto a complacerlo.
Dachshund
El Dachshund o perro salchicha es conocido por ser muy fiel y cariñoso con su familia. Realmente prefiere pasar tiempo con sus humanos más que con otros perros, por lo que al salir de paseo, siempre se mantiene junto a sus dueños. Es necesario enseñarlo a socializar con otros animales, pero también con extraños, ya que es muy protector de su entorno. Si detecta algo que lo considera amenaza ladra con insistencia. Por lo demás, es un perro muy juguetón que requiere de ejercicios para evitar que se vuelva obeso, al que le gusta compartir tiempo con su familia. Puede llevarse bien con los niños. Y además, tiene una esperanza de vida larga.
Collie
Los Collie destacan no solo por su belleza, sino también por su aguda inteligencia. Son perros que pueden sobresalir en campeonatos de agilidad debido a su facilidad para entender a sus dueños y, sobre todo, a su lealtad, que los hace sumamente obedientes. Estos perros se encuentran fuertemente vinculados a sus familias, especialmente a los niños. Además, son reconocidos por su papel protector hacia ellos; gracias a su nivel físico y contextura atlética, están dispuestos a hacer lo que sea necesario para mantener a salvo a su familia. Su pelaje requiere un mantenimiento constante, con cepillados regulares y la asistencia de un groomer profesional para garantizar la salud de su pelo.
Labrador Retriever
Los labradores son el modelo de perros familiares. Su elevada inteligencia les permite aprender rápidamente cualquier comando que se les enseñe. Sin embargo, necesitan una considerable estimulación debido a la cantidad de energía que poseen, que si no se canaliza adecuadamente, pueden tornarse destructivos. A pesar de su tamaño y musculatura, es un perro extremadamente fiel y cariñoso. Se llevan excepcionalmente bien con niños y otros animales. Aunque pueden mostrar nerviosismo frente a extraños, una vez que los conocen, se convierten en amigos cercanos. Por lo tanto, a pesar de su imponente presencia, no son ideales como perros guardianes.
Border Collie
Es conocido por su inteligencia y tenacidad. Es un perro al que le gusta mantenerse activo todo el tiempo, por lo que requiere de mucha atención y ejercicio mental y físico. Aunque es muy inteligente y desarrolla devoción hacia sus dueños, si se aburre, desarrolla comportamientos destructivos, ya que le gusta la acción. Su función principal como perro de trabajo es el pastoreo, así que por instinto, le gusta seguir a los animales para conducirlos, eso puede incluir a los niños pequeños, así que hay que supervisar sus interacciones. Aun así, es un perro muy cariñoso con los miembros de su familia.
Gran Pirineo
También conocido como Montaña de los Pirineos, se caracteriza por su pelaje blanco y abundante, así como por su majestuosidad. Aunque es un perro de gran tamaño y fuerza con una mordida potente, su carácter no concuerda con la imagen imponente que se suele tener de él. En realidad, es un perro muy cariñoso y fiel, que prefiere la tranquilidad del hogar. Requiere de rutinas estables, ya que no le gustan los cambios bruscos. Necesita socialización y adiestramiento temprano, porque en sus orígenes era un perro pastor que vagaba por los bosques y aún conserva ese espíritu independiente.
Terrier Tibetano
Su pelaje junto con su tamaño lo hacen ver como un gran peluche muy juguetón y cariñoso. Es un perro al que le gusta la diversión y las actividades, sobre todo recibir afecto. Se considera un perro familiar, por lo que es ideal para los niños. Es tranquilo y obediente, pero es necesario proporcionarle actividades con frecuencia, debido a su energía y curiosidad. Hay que prestar atención a su interacción con extraños, ya que suele ser muy desconfiado con ellos. Debe su nombre a que era un perro de pastoreo muy utilizado en los monasterios del Tíbet, llegándolos a considerar sagrados en esta región.
San Bernardo
A pesar de lo intimidante de su tamaño, tienen fama de ser muy dulces y cariñosos con sus dueños, en especial con los niños. Son perros muy protectores a los que les gusta estar rodeados de su familia humana. Aunque todos estos aspectos los hacen adecuados para familias grandes, es una raza de alto mantenimiento. Hay que cuidar muy bien su alimentación porque, pese a su tamaño, al no ser un perro tan activo físicamente, tiende a engordar con facilidad, lo que desmejora su calidad de vida. Necesita adiestramiento temprano, más que todo para saber gestionar su gran tamaño. Aunque puede ser un poco obstinado, prevalece su deseo de complacer a sus dueños.