Los perros no toleran el alcohol, sin importar la cantidad o el tipo, por lo que no pueden beberlo. Los propietarios que ofrecen cerveza, vino o cualquier otra bebida alcohólica a sus mascotas ponen en riesgo su salud. De hecho, la menor cantidad de alcohol ingerida por un perro, requiere de atención veterinaria inmediata.
¿A los perros les gustan las bebidas alcohólicas?
La buena noticia es que los perros por naturaleza no se ven atraídos por este tipo de bebidas; sin embargo, siempre existen perros curiosos que pueden percibir algún olor dulce, como en la sidra, haciendo que les llame su atención y busquen probarla. También está el dueño irresponsable que decide emborrachar a su pobre mascota.
Por otro lado, aunque no hay un consenso, y hay muchos factores como el tamaño, la raza y la forma del hocico del perro, estos pueden beber agua a una velocidad entre 20 a 40 ml por segundo. Por lo que las intoxicaciones por alcohol accidentales son muy peligrosas. Ten en cuenta que a esa velocidad pueden ingerir una botella de vino en aproximadamente 20 segundos.
Síntomas de intoxicación por alcohol
Los perros metabolizan el alcohol de manera distinta a los humanos, siendo más sensibles a sus efectos tóxicos. Incluso pequeñas cantidades pueden causar síntomas graves, y mientras más alcohol hayan consumido, en algunos casos, los lleve a la muerte.
Los primeros síntomas de una intoxicación por licor son mareos, desorientación, letargo, deshidratación, temblores, diarrea y vómitos. Estos pueden agravarse, y mostrar un aumento de la presión arterial, temperatura corporal elevada (o el efecto contrario, hipotermia), convulsiones, disminución de las pulsaciones cardíacas, desmayos y problemas respiratorios.
El tiempo que tarden en aparecer los primeros síntomas después de haber bebido alcohol y su duración, depende de factores como la edad del perro, su tamaño, peso o si tenían el estómago vacío al momento de tomarlo.
¿Qué hacer si mi perro bebió alcohol?
La acción más segura es acudir al veterinario de inmediato. Las clínicas con atención 24 horas pueden ser de ayuda en esta situación. El tratamiento para la intoxicación por alcohol es sobre todo de apoyo, con el fin de estabilizar al animal. Puede que le administren líquidos intravenosos para mantenerlo hidratado y eliminar los restos de alcohol en su sangre. También, es probable que apliquen medicamentos para contrarrestar síntomas como convulsiones o vómitos. Además, se le regulará su temperatura corporal, por lo que pueden cubrirlo con mantas para calentarlo en caso de hipotermia.
No intentes inducir el vómito por tu cuenta, ya que podría morderte o inhalar su propio vómito. Aunque no presente síntomas, mientras más rápido reciba atención, será mucho mejor para su bienestar.
Quizás la cantidad de licor que consuma no le cause algo más allá que un mareo, pero recuerda que el metabolismo de tu perro procesa ese alcohol mucho más lento, lo que lo vuelve más peligroso, pues permanece más tiempo dentro de su organismo.
La intoxicación por alcohol en perros es seria y no debe ser tratada como una experiencia “divertida”. Ante la sospecha de su consumo, busca atención veterinaria rápida para garantizar el bienestar de tu peludo.
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