La ansiedad por separación es un trastorno de conducta que sufren algunas mascotas cuando se alejan por mucho tiempo de sus dueños. Se manifiesta como cambios bruscos en su comportamiento, que suele ser desobediencia, acciones destructivas o conductas erráticas.
Síndrome de ansiedad por separación: Un mal común entre mascotas domésticas
El trastorno de ansiedad por separación es un estado de estrés y nerviosismo que sufre tu mascota mientras se encuentra lejos de la presencia de su dueño o completamente solo. Puede desarrollarse tanto en perros como en gatos, y es mucho más común de lo que se cree.
Además de saber determinar si tu mascota sufre de este trastorno, es importante conocer cómo tratarlo, pues requiere de mucha paciencia para encontrar una solución que beneficie a la salud de la mascota.
La ansiedad por separación en perros
Es usual observar este mal en perros al quedarse solos, ya que son animales sociales por naturaleza y necesitan tener compañía para sentirse seguros y felices dentro de un entorno. Los síntomas de la ansiedad en los perros son:
- Comportamientos destructivos
- Agresividad
- Desobediencia a mandos conocidos
- Conductas repetitivas; como correr por toda la casa sin parar o perseguirse la cola
- Ladridos o aullidos constantes. Sobre todo durante el tiempo que se queda solo
Los gatos también pueden estresarse solos
Los gatos a pesar de tener una personalidad más independiente que los perros, pueden también de sufrir de ansiedad por separación. En los gatos puede manifestarse de la siguiente manera:
- Maullidos, llantos y ronroneos frecuentes. Sobre todo cuando el dueño deja la casa o cuando regresa
- Auto limpieza excesiva
- Vómitos regulares. Que también puede ser un consecuencia del punto anterior
- Hacer sus necesidades fuera de su arenero. Sobre todo orinan sobre cosas que huelen a su dueño.
¿Cómo tratar la ansiedad por separación?
A continuación te dejamos algunas pautas que puedes seguir si tu engreído sufre de estrés cuando no estás presente:
- No lo sobrestimules. Si llora cada vez que sales de casa, no te regreses para consolarlo. Cuando vuelvas y comienza a excitarse demasiado, no le prestes atención. Precisamente eso es lo que busca con esos comportamientos. Lo mejor es siempre interactuar con tu mascota una vez que esté relajada.
- No cargues a tu mascota con mucha frecuencia. Relacionado con el punto anterior, esto solo genera dependencia e hiperapego hacia tu persona. Las mascotas son seres vivos que merecen tener su propio espacio, no juguetes a los que puedas manipular como peluches.
- Acostúmbralo a tu ausencia. Puedes empezar con periodos de tiempos pequeños que tu mascota se quede sola. Es probable que se inquiete, pero la idea es que se vuelva una rutina y así puedas ausentarte de tu casa por horas.
- Pon a su disposición juguetes para que se distraiga cuando estás fuera de casa. En el caso de los perros funciona dejar alguna luz encendida, la radio o el televisor, de forma que escuche ruidos humanos y no se sienta solo. En el caso de los gatos, reaccionan mejor a sus juguetes favoritos. En general, la idea es que su mente se mantenga ocupada.
- Consulta a tu veterinario. Si consideras que su conducta está más allá de algún adiestramiento, o no demuestra modificarse con los cambios que implementes, es momento de consultar acerca de la medicación para tratar el trastorno.