Cuando una mascota sufre una fractura o una quemadura, cada minuto cuenta. Saber cómo reaccionar puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida o una complicación grave. En esta guía te contamos qué hacer ante emergencias y cómo brindar los primeros auxilios básicos antes de llegar al veterinario.
Fracturas y traumatismos óseos
Si tu mascota comienza a cojear intensamente o no puede apoyar una pata después de un golpe fuerte, es muy probable que se trate de una fractura. En ese caso, actúa con calma y precaución: evita moverla demasiado y procura mantenerla lo más quieta posible. Luego, acude cuanto antes al veterinario, ya que recibir atención profesional es fundamental para su recuperación.
Lo que puedes hacer mientras recibe atención veterinaria:
- Evita movimientos innecesarios: Si sospechas una fractura de pata, intenta que el animal se acueste y no camine. Para transportarlo, usa una tabla o una manta rígida a modo de camilla. Esto evita que se dañe más.
- Cubrir heridas abiertas: Si la fractura es complicada (con la piel abierta y hueso a la vista), detén el sangrado con una gasa limpia sin apretar demasiado. No lances vendas ni hagas férulas caseras improvisadas sin saber bien cómo, porque podrías empeorar la lesión.
- Nunca apliques una férula casera por tu cuenta: una férula mal puesta puede causar daños adicionales. Es preferible mantener la pata lo más inmóvil posible mientras llegas con el veterinario.
- No le des analgésicos humanos: Ni aspirina, paracetamol u otros remedios caseros. Algunos analgésicos de uso humano son tóxicos para animales. Espera a que el veterinario te recete el medicamento adecuado.
- Tranquiliza al perro: el dolor impacienta a tu mascota y podría asustarse. Mantenla abrazada y abrigada hasta recibir atención especializada.
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Quemaduras
Las quemaduras por fuego, líquidos calientes, calor intenso o sustancias químicas, pueden ser muy dolorosas. Lo primero es alejar al animal de la fuente de calor o sustancia causante de la quemadura. Eso también implica extinguir el fuego o lavar el químico en su pelaje.
Enfría con agua corriente. A diferencia de lo que a veces se piensa, se recomienda lavar la quemadura con abundante agua fresca (templada o a temperatura ambiente) durante 10 a 15 minutos para disipar el calor. Nunca apliques directamente hielo, ya que puede dañar aún más la piel y los tejidos.
Las quemaduras, por lo general, producen ampollas, y aunque puedan parecer alarmantes, no debes reventarlas bajo ninguna circunstancia. Estas cumplen una función protectora importante, ya que ayudan a preservar la piel lesionada y a evitar infecciones. Por lo tanto, no las cortes ni las toques.
Además, mientras le das primeros auxilios, evita aplicar cremas, pomadas o remedios caseros sin la orientación de un veterinario, especialmente si se trata de quemaduras profundas o extensas, pues podrías empeorar la lesión sin darte cuenta.
Tras el enfriamiento de la herida, cubre la zona con una gasa limpia o tela húmeda para evitar contaminación. En quemaduras químicas, lava también los ojos con suero salino si están afectados
La asistencia de un veterinario es esencial
Llama al veterinario de inmediato, ya que él podrá orientarte paso a paso sobre lo que debes hacer a continuación. Es posible que te indique si puedes seguir enfriando la quemadura por unos minutos más y cómo trasladar a tu mascota de la forma más segura posible. Una vez en la clínica, probablemente reciba analgésicos para aliviar el dolor, antibióticos para prevenir infecciones y cuidados especiales para proteger la piel durante su recuperación.
Por otro lado, las quemaduras en áreas sensibles (como la cara, orejas, patas o zona perineal) suelen ser particularmente delicadas y requieren atención veterinaria urgente. Incluso si la lesión parece leve a simple vista, no la subestimes: consulta siempre con el veterinario, ya que el dolor y el estrés pueden provocar un estado de shock en tu mascota si no se actúa con rapidez.
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Picaduras, insectos y mordeduras venenosas
Las picaduras de insectos suelen causar dolor, hinchazón y lagrimeo local. Los primeros auxilios si tu mascota es picada por una abeja o avispa:
- Retira el aguijón: En picaduras de abeja, el aguijón suele quedar incrustado. Quítalo con cuidado raspándolo con un objeto rígido (tarjeta de plástico, por ejemplo) en lugar de pinzas, para evitar exprimir más veneno. Las picaduras de avispa puede que no dejen aguijón.
- Enfría la zona: Lava con agua fría y aplica una compresa fría o hielo envuelto en tela sobre la picadura durante 10 a 15 minutos. El frío reduce hinchazón y alivia el dolor
- Neutralizantes: Para picaduras de avispa (veneno alcalino) puedes aplicar un poco de vinagre; para picaduras de abeja (veneno ácido) usa una pasta de bicarbonato de sodio y agua
- Vigila reacciones alérgicas: Observa signos de alergia grave: dificultad para respirar, colapso, debilidad o inflamación alrededor de ojos, boca o cuello. Si aparecen, busca ayuda veterinaria de urgencia. Muchos animales solo presentan hinchazón local y cojera de la pata momentánea, pero una reacción alérgica severa puede ser mortal.
En caso de picaduras o mordeduras de animales potencialmente venenosos, como serpientes, actúa con extrema precaución y rapidez. Asume siempre que el animal es venenoso y traslada a tu mascota de inmediato al veterinario. Mientras tanto, mantén la calma y tranquiliza a tu compañero, procurando inmovilizar la zona afectada para evitar que el veneno se propague por el cuerpo.
Si es posible hacerlo sin correr riesgos, toma una fotografía o identifica al animal para brindar información útil al veterinario. Evita aplicar torniquetes, cortar o succionar la herida, ya que estas acciones pueden empeorar la situación. Cuanto antes llegue tu mascota a recibir atención profesional, mayores serán sus probabilidades de recuperación.
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Consejos para armar un botiquín de primeros auxilios
Es fundamental tener a mano un botiquín básico para emergencias veterinarias. Lo ideal es incluir:
- Información de contacto: Teléfonos del veterinario, clínica de urgencias, control de envenenamiento y otros. Guarda también los datos médicos de tu mascota, como cartillas de vacunación
- Herramientas de evaluación: Termómetro digital para tomar la temperatura rectal de la mascota, tijeras de vendaje, pinzas finas, guantes de látex
- Elementos de contención: Bozal para evitar mordeduras (no usar si la mascota está vomitando) y correa adicional. Una manta o toalla limpia puede servir para transportar o envolver al animal herido
- Material para vendajes: Rollos de gasa estéril y gasas adhesivas, vendas elásticas o no-adhesivas y cinta adhesiva médica. Son útiles para controlar sangrados o inmovilizar lesiones
- Líquidos que te pueden ayudar: Solución salina estéril (para limpiar heridas oculares), un gotero o jeringa sin aguja para irrigar y administrar líquidos suaves. También se recomienda tener gel lubricante para proteger ojos o heridas
- Medicamentos de emergencia: Aunque no administres sin prescripción, puede ser bueno contar con peróxido de hidrógeno al 3% (solo para inducir el vómito si el veterinario lo indica) y carbón activado o leche de magnesia (siempre bajo guía profesional)
- Extras: Toallas limpias para sostener o secar al animal, cintas para ajustar vendajes, y un termómetro normal (opcional). Mantén todo en un recipiente fácil de alcanzar y repón lo usado o caducado
Contar con este kit de primeros auxilios te permitirá ganar tiempo y manejar las primeras acciones con mayor seguridad. Por último, recuerda que estos cuidados iniciales no sustituyen la evaluación veterinaria.
Los primeros auxilios están pensados para mantener con vida y minimizar el daño hasta que el profesional se haga cargo. En cualquier caso de emergencia grave, tras la ayuda inicial lo mejor siempre es trasladar a tu mascota a un centro veterinario lo antes posible










