Quizás has visto a tu gato emocionarse por algo desde la ventana, incluso los has dejado salir a explorar por su cuenta. Pero tal vez te preguntas si lo mejor, ante estas situaciones, sería acompañarlo durante sus aventuras. Aunque no es tan habitual como en los perros, pasear al gato con una correa es posible y puede ser una experiencia enriquecedora.
Si quieres explorar esta aventura con tu engreído, a continuación te explicamos lo que debes saber sobre pasear al gato con correa.
¿A los gatos les gusta usar correa para caminar?
La respuesta a esta pregunta depende mucho de la personalidad del gato, ya que todas las mascotas, sin importar su especie, son individuos muy diferentes entre sí. Sin embargo, por lo general, a los gatos puede no gustarles pasear con correa, ya que se sentirían restringidos y sin libertad de movimiento.
La buena noticia es que es posible entrenar a tu gato para que se adapte al uso de la correa y para que salga de paseo contigo. Lo importante es mostrarle la correa de manera gradual como algo positivo. De esta forma, con el tiempo y paciencia de tu parte, puede conectar los paseos con correa con experiencias agradables.
Lo primero que debes conocer, antes de intentar entrenar a tu gato, es su personalidad. Como mencionamos, simplemente mostrarle la correa o el collar puede causar que tu gato lo rechace o incluso lo ignore. Pero también, con los estímulos adecuados, es posible que use la correa para gatos con agrado y acepte salir.
Los gatos de exterior y los paseos
Los gatos de exterior son todos aquellos que tienen la libertad de salir de casa por su cuenta. Para estos gatos será más difícil aceptar una correa para salir de paseo, pues ya están acostumbrados a su libertad. Incluso, para este tipo de gatos, puede ser un reto mantenerlos dentro de casa sin que salgan en absoluto.
Si tu gato ya se adaptó a salir por su cuenta, lo mejor es empezar a prolongar su estadía en casa. Así, se sentirá más a gusto con tu compañía y dentro del hogar. Poco a poco podrás mostrarle que puede salir contigo.
Es una tarea que requiere de mucha paciencia de tu parte, pero puedes intentarlo. Aunque, si tu gato se resiste, se torna agresivo o se deprime, lo mejor es no forzarlo a actividades que en definitiva no son de su gusto.
No todos los gatos están listos para los paseos
Otra cosa que debes tomar en cuenta es que no todos los gatos están dispuestos a dar largos paseos o disfrutar de lo que le ofrece el «mundo exterior».
Muchos gatos son felices tan solo viendo desde la ventana, sin la necesidad de salir. De hecho, la experiencia de salir fuera de su hogar o “territorio” les puede parecer abrumadora. En este sentido, puedes introducirlo hacia el exterior de manera gradual y siempre con la correa para gatos.
Si tu gato muestra señales claras de incomodidad, es mejor no forzarlo. Si aún deseas compartir la experiencia de un paseo, considera usar una mochila burbuja. De esta forma, tu gato podrá disfrutar del exterior de manera segura y tranquila, y tú podrás divertirte con su compañía.
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Tips para pasear al gato con correa
1) Lo que necesitas:
Además de la correa, un buen arnés o pechera para gatos es lo ideal. Aunque puedes simplemente ajustar la correa al collar de tu engreído, los collares por sí solos no ofrecen seguridad, pues los gatos pueden escurrirse de ellos con facilidad. En cambio, con un arnés o pechera para gatos, podrás tener mayor control de tu mascota durante el paseo.
Si te decides por un paseo con collar o con arnés, lo más importante es que este le ajuste de manera adecuada. La recomendación es que puedas ingresar solo dos dedos entre el arnés o collar, y el cuerpo de tu mascota. Si no puedes, es porque está muy ajustado, y si logras introducir más de dos dedos, es porque está muy suelto.
En cualquier caso, un arnés muy ajustado restringe su movimiento y les causa daños en su pelaje. Si está muy flojo puede escapar mientras están afuera.
2) Premios
El entrenamiento es fundamental antes de siquiera intentar un paseo. La clave está en utilizar premios y recompensas a lo largo de todo el proceso. Comienza por premiar a tu gato simplemente por permitir que le pongas el arnés o el collar, incluso si es solo por unos minutos. De esta forma, empezará a asociar el arnés con algo positivo.
Así mismo, ten en mente que cada pequeña victoria durante el entrenamiento debe ser recompensada. Desde salir de casa con tranquilidad hasta responder a tus indicaciones, cada paso positivo merece un premio. De esta manera, tu gato asociará el paseo con experiencias positivas y estará más dispuesto a colaborar.
3) Deja que se sienta a gusto
Una vez que le hayas puesto el arnés o la pechera a tu gato, dale unos minutos para que se acostumbre a la sensación; lo mismo aplica para la correa. No te olvides de mantener la calma durante su adaptación.
El primer «paseo» debería ser dentro de casa. Permite que tu gato explore su entorno familiar con la pechera o arnés y la correa, así comenzará a asociarlos con la libertad de movimiento en lugar de restricciones.
Durante esta etapa inicial, es importante que te conviertas en su compañero de exploración, no en su líder. Deja que tu gato te guíe y evita tirar de la correa o forzarlo a ir en una dirección específica. Si desde el principio siente que su autonomía se ve comprometida, es probable que desarrolle una asociación negativa con el arnés y la correa.
A medida que tu gato se sienta más cómodo y confiado, podrás empezar a guiarlo suavemente, utilizando premios y refuerzos positivos para alentarlo a seguirte. Recuerda siempre mantener la atención cuando paseas al gato con correa.
4) Salgan a explorar
Cuando tanto tú como tu gato se sientan cómodos y confiados con el arnés y la correa dentro de casa, es el momento de dar su primer paseo fuera. Al principio, deja que tu gato marque el ritmo y explore a su gusto. Permítele familiarizarse con las nuevas sensaciones en sus patas, los diferentes olores y los posibles cambios de clima. Poco a poco, te irá guiando por el camino que él elija.
Es importante tener en cuenta que los primeros paseos deben ser breves. Tu gato está descubriendo un mundo nuevo con la pechera puesta y a tu lado, así que la paciencia es clave. Con el tiempo, a medida que ambos se sientan más seguros y cómodos, podrán disfrutar de paseos más largos y emocionantes juntos.
Recuerda que no todos los gatos son iguales. Por lo tanto, tu gato puede no estar dispuesto a dar un paseo con correa, así que lo importante es no forzar tu mascota a situaciones que le causen estrés.
