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Los niños con autismo se benefician mucho de la compañía de los gatos

Gatos para niños con autismo

Cada 2 de abril se conmemora el Día de la Concientización sobre el Autismo. Dado que el espectro autista es muy amplio, son numerosas las personas que se encuentran dentro, en mayor o menor medida. Así, las mascotas también forman parte importante de sus vidas. Por lo tanto, a continuación, queremos presentar algunas razas de gatos que podrían ser excelentes compañeros para niños con autismo.

Los gatos y el autismo

Los gatos pueden ser más que simples animales de apoyo emocional; representan una valiosa fuente de beneficios para personas con autismo, sin importar su edad.

Los felinos tienen la capacidad de crear ambientes relajados, gracias a su personalidad, a veces estoica, lo cual proporciona una sensación de calma y tranquilidad, incluso en momentos de ansiedad. Además, a diferencia de los perros, los gatos tienden a desarrollar menos apego, lo que les permite brindar su propio espacio a las personas con autismo cuando lo necesitan. Es resumen, la personalidad de los gatos aporta estabilidad al entorno.

De alguna manera, estos animales muestran una mayor paciencia y empatía hacia las personas que forman parte del espectro autista. Lo que contribuye significativamente al bienestar emocional y capacidad de adaptación social de estas personas.

El gato maine coon es ideal para niños con autismo

1) Maine Coon:

A pesar de su imponente tamaño, los Maine Coon son gatos familiares que adoran interactuar con todos los miembros de la familia. Gracias a su naturaleza juguetona, le encantan los niños. Esta disposición al juego los vuelve tolerantes a las interacciones bruscas. Son gatos leales y muy inteligentes, capaces de adaptarse a cualquier hogar con facilidad.


2) Gato Siberiano:

El Gato Siberiano es conocido por su excelente relación con los niños pequeños. En general, se lleva bien con todos los niños. No demanda una atención constante y puede disfrutar de su tiempo a solas sin problemas. Posee una notable habilidad para percibir el estado de ánimo de sus dueños, convirtiéndolo en un gato ideal para niños con autismo, ya que puede brindarles afecto cuando más lo necesitan. Adicionalmente, disfruta de los juegos y la estimulación.

Los gatos siberianos tienes mucha paciencia

Los ragdoll son pacientes con los niños autistas

3) Ragdoll:

El Ragdoll siente debilidad por el contacto humano. Disfruta de los mimos y dormir junto a sus dueños. Su naturaleza amigable lo hace llevarse bien tanto con extraños como con otras mascotas, volviéndolos una opción perfecta para familias grandes. Por otra parte, su paciencia, afecto, inteligencia y sociabilidad les permite ser fáciles de adiestrar y un gato óptimo para niños con autismo.


4) Americano de Pelo Corto:

El Gato Americano de Pelo Corto puede ajustarse a diferentes ambientes y rutinas. Disfruta de la compañía humana mientras que valora su tiempo a solas. La naturaleza tranquila de este gato lo hace ideal para niños con autismo que buscan interacciones pacíficas. Les gusta jugar y mantenerse activos, por lo que es importante proporcionarles estímulos adecuados para evitar el estrés o el sobrepeso. Además, pueden ser adiestrados.

El gato americano de pelo corto es muy popular

Aunque no parezca, el gato birmano es ideal para niños con autismo

5) Gato Birmano:

Los Gatos Birmanos son conocidos por su gran compatibilidad, paciencia y tolerancia hacia otros animales, personas extrañas y familias numerosas. Son perfectos para niños, ya que no suelen reaccionar bruscamente ante la naturaleza juguetona de los pequeños. De hecho, a ellos les gusta el juego y se amoldan fácilmente a diferentes interacciones. Sin embargo, pueden desarrollar apego hacia sus dueños, por lo que es recomendable tenerlos en compañía de otras mascotas para evitar la soledad.


Las mascotas para niños con autismo

Antes de considerar la adopción de una mascota para un niño con autismo, es fundamental comprender a fondo la personalidad del niño. Dado que el espectro autista es muy diverso, las variaciones en los cambios de humor, las acciones repetitivas y otras características típicas, pueden manifestarse de manera única en cada caso.

Si el niño experimenta arranques repentinos de violencia, no sería conveniente introducir una mascota que pueda ser reactiva. Por otro lado, si el niño prefiere pasar tiempo en solitario, una mascota que brinde compañía sin ser intrusiva sería más adecuada para él. El objetivo es buscar una compatibilidad entre la personalidad del niño y las características inherentes de ciertas razas de animales.

Habitualmente, los animales son beneficiosos como parte de terapias cognitivas y físicas, las cuales a menudo son necesarias para facilitar la adaptación del niño al entorno que lo rodea. El vínculo que se forma con una mascota puede servir como apoyo para aprender habilidades sociales, gestionar la ansiedad y desarrollar nociones básicas de responsabilidad.

Sin embargo, es esencial consultar siempre con el terapeuta a cargo antes de tomar cualquier decisión. Aunque el niño pueda estar listo para asumir el cuidado de una mascota, quizás aún no sea el momento adecuado. Es crucial recordar que los animales son seres vivos que también merecen respeto y un trato justo.

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