Es tanta la química y afinidad que muchos dog lovers sienten por sus mascotas, que deciden compartir sus camas con sus queridos peludos. Pero, ¿Te has preguntado si de verdad esta es una práctica sana tanto para humanos como para animales?
¿Por qué dormir con tu mascota?
Para muchas personas, dormir con sus mascotas es una forma de extender el cariño que sienten por ellos y una manera adicional de demostrar su afecto. Sin embargo, si no se toman las precauciones necesarias, esta práctica podría tener efectos perjudiciales tanto para la salud de los humanos como para la dinámica de convivencia con los animales. A pesar de esto, se han demostrado algunas ventajas de compartir la cama con tu perro:
Dormir con perros te hace sentir seguro
Dormir con un perro, incluso sin necesidad de compartir la misma cama, proporciona una sensación de seguridad y protección. Las personas se sienten resguardadas, especialmente si se trata de perros de gran tamaño. Los niños, mujeres y personas que están lidiando con estrés postraumático pueden reducir sus niveles de ansiedad al dormir con su perro, lo que se traduce en un sueño reparador que les permite empezar el día con más energía.
Ayuda con la salud mental
El simple acto de interactuar con mascotas conlleva un aumento en varios factores físicos que ayudan a superar estados de depresión. Por ejemplo, acariciar a tu perro y recibir su afecto antes de dormir, genera una liberación de dopamina y serotonina, neurotransmisores relacionados con la felicidad y la relajación.
Asimismo, jugar con tu perro mejora la presión arterial, la oxigenación del cerebro, el fortalecimiento muscular, entre otros beneficios. Todos estos factores combinados contribuyen a la salud mental y a la sensación de bienestar. Esto puede multiplicarse si además comparten el espacio durante sus horas de descanso.
Se duerme mucho mejor
Aparte de una óptima salud mental y física, los perros contribuyen a conciliar el sueño. Ya mencionamos la sensación de seguridad que brindan, lo que permite que el cuerpo se alivie a la hora de dormir. Pero, además, estar junto a ellos posibilita alcanzar estados de relajación más profundos. Según algunos estudios, sincronizamos nuestros latidos del corazón mientras dormimos con ellos, lo que significa que nos ayudan a relajarnos con mayor facilidad. Esto contribuye a un sueño más profundo.
Y el perro ¿Quiere dormir conmigo?
Desde el punto de vista del perro, es importante evaluar su comportamiento y bienestar:
- Muchos perros, especialmente aquellos con pelaje largo, pueden acumular calor corporal y prefieren descansar en superficies más frescas, como el suelo. A veces, durante su sueño, pueden intercambiar de lugar dependiendo de la temperatura. Si un perro duerme en la misma cama junto a alguien, es probable que a lo largo de la noche desee cambiar de posición, lo que tal vez despierte a esa persona.
- Algunos perros quizás tengan un sueño ligero, y, en lugar de molestar a sus dueños, pueden ser perturbados por los ruidos o movimientos de las personas en la cama, dejándolos cansados y sin ánimos cuando estén despiertos.
- Si el perro pasa mucho tiempo solo en casa, dormir con su dueño puede reducir la sensación de soledad y ayudar a prevenir la ansiedad por separación. Estas horas de descanso junto a su dueño pueden compensar en cierta medida su ausencia y hacer que el animal se sienta querido, algo que necesitan además de agua y comida.
- Es posible que se dé la situación donde el perro simplemente prefiera la cama de su dueño a la suya propia, lo que quizás genere un problema. Los perros suelen ser posesivos, y si identifican algo como suyo, puede ser difícil hacerlos cambiar de opinión. Si se les permite considerar la cama del dueño como su propio espacio, podrían desarrollar incluso comportamientos agresivos cuando sientan que se les está quitando su lugar.
- Compartir la cama puede alterar la dinámica de la relación. Recuerda que el perro te ve como el líder de su manada, si comienzas a ceder tus espacios es probable que con el tiempo quiera imponer su voluntad, lo que podría convertirlo en un perro desobediente y malcriado.
¿Cuándo no debes dormir con tu perro?
En las siguientes situaciones, dormir con tu perro no es una opción:
1) Las personas alérgicas tienen dificultades para convivir con mascotas, especialmente a la hora de dormir.
2) Si padeces algún problema respiratorio, compartir cama puede agravar este padecimiento.
3) Si tu perro es mayor y sufre de incontinencia, artritis o dolores musculares, no se recomienda compartir la cama con él.
4) Cuando tu perro no está bien entrenado o se encuentra en proceso de adiestramiento y aún no ha aprendido los límites ni se ha establecido una rutina de convivencia adecuada. Además, no es aconsejable permitir que duerma contigo si es un perro nuevo en casa y aún está adaptándose a su entorno.
5) Puede ser peligroso compartir la cama con un perro agresivo o con problemas de comportamiento. Del mismo modo, los perros vigilantes, que tienden a tener un sueño ligero, podrían perturbar tu descanso y disminuir la calidad del sueño.
6) Si tu mascota es un perro braquicéfalo. Puedes contribuir a sus problemas respiratorios
Cuidando tu salud
Uno de los factores a tener en cuenta al dormir con tu perro es tu propia salud. Si bien es cierto que existe un riesgo, en realidad este es mínimo, siempre y cuando seas un dueño responsable.
Las alergias que tal vez sean desencadenadas por el pelaje de los perros, la caspa de los perros o las sustancias que recogen durante sus paseos pueden ser controladas mediante una buena limpieza antes de acostarte a dormir.
De hecho, si ya padeces algún tipo de alergia a los perros, ya deberías haber establecido reglas de convivencia que no te perjudiquen. Es improbable que desarrolles alergias después de dormir con el perro; en realidad, el cuerpo humano tiende a volverse más inmune a los agentes alergénicos con el tiempo.
En cuanto a las bacterias o parásitos que podrían estar presentes en el sistema digestivo, patas, piel o mucosas de los perros, si visitas regularmente al veterinario, no debería haber enfermedades en el animal que te afecten. Si deseas una mayor seguridad, puedes consultar al veterinario para obtener un tratamiento específico en este sentido. Sin embargo, este problema se puede abordar con desparasitación, calendario de vacunación y una rutina de baño y corte de pelo.
Por otro lado, existe el riesgo de sufrir lesiones debido a posturas incómodas al compartir la cama con tu perro. En este caso, si las posturas o el rango de movimientos se ven muy limitados, lo mejor es no dormir con tu perro o enseñarle a dormir solo en tus pies, lo que te proporcionará más espacio y evitará lesiones en tu cuerpo, sobre todo tu espalda.