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Puedes dormir con tu mascota sea gato o perro

¿Puedo dormir con mis mascotas?

Es saludable y normal querer expresar afecto por tu mascota y compartir espacios juntos, fortaleciendo la relación y generando resultados positivos para ambos. Sin embargo, hay lugares como la cama que no necesariamente deben ser compartidos con tu mascota. Exploraremos a continuación algunas implicaciones de dormir en el mismo sitio que tu engreído, para que descubras si es malo dormir con tus mascotas.

Las mascotas como protectores del sueño

Dormir con tus mascotas fomenta sentimientos de calma, seguridad y confort. La conexión emocional que compartes con tu peludo reduce los niveles de ansiedad y la angustia que podrías experimentar al dormir solo, especialmente bajo estrés. La disminución de la ansiedad, combinada con la sensación de tranquilidad, facilita un descanso más efectivo durante el sueño.

Además, las mascotas pueden proporcionar orientación y ayudar a establecer una rutina. Las mascotas funcionan como despertadores naturales, ya que tienden a seguir rutinas bien marcadas. Después de varias horas de descanso, probablemente te despierten para comer o dar un paseo para hacer sus necesidades. Esto contribuye a regular los ciclos de sueño y promover un descanso más saludable; valioso para personas con insomnio, estrés postraumático o de edad avanzada.

Algunos de estos beneficios se obtienen simplemente compartiendo la habitación con tu mascota, sin necesidad de que duerman en la misma cama.

Problemas para dormir

Si eres una persona con sueño ligero, el constante movimiento de tu mascota puede afectar la calidad de tu descanso. Además, si tu mascota es un perro vigilante, es probable que esté alerta a cualquier movimiento o ruido, lo que podría despertarte durante la noche.

En el caso de los gatos, su tendencia a cambiar de posición en busca de calor puede resultar molesta. Además, al tener hábitos nocturnos, tal vez quiera deambular por la casa durante la noche, dificultando la calidad del sueño si compartes la cama con uno de ellos. Algunos gatos incluso quieran intentar despertarte para jugar, lo que resulta molesto.

Por otro lado, tus propios movimientos o ruidos al dormir pueden interrumpir el descanso de tu mascota, afectando su salud a largo plazo al dejarla más cansada y con menos energía.

Comportamientos indeseables

Algunas mascotas pueden mostrar comportamientos agresivos, como ladrar, gruñir o morder en el caso de los perros, o rasguñar o morder en el caso de los gatos, en especial si se despiertan abruptamente. Si por accidente aplastas o tropiezas con tu mascota mientras duermes, es probable que reaccione con comportamientos que pongan en peligro tu integridad.

También, las mascotas pueden volverse territoriales con respecto a tu habitación o cama, lo que genera problemas de convivencia que incluso llevarían a agresiones si intentan adueñarse de esos espacios.

Suciedad, alergias y problemas de salud

Sobre el desarrollo de alergias, dormir con tu mascota puede fortalecer tu sistema inmunológico, haciéndote menos propenso a sufrirlas por el contacto con su pelaje. No obstante, estar tan cerca de ellos puede permitir que el pelo que mudan ingrese a las vías respiratorias, con posibles consecuencias a largo plazo.

Dormir junto a tu mascota también te expone a diversos agentes patógenos que podrían transportar en su saliva, patas o pelaje. Aunque tu mascota esté limpia, existen agentes que pueden adherirse a ellos sin afectarlos, pero que quizás a ti sí.

En el caso de los gatos, dormir con ellos te hace más vulnerable a las enfermedades que pueden transmitir, en especial si sus hábitos de limpieza son deficientes o si están expuestos constantemente a la calle. Es esencial ser consciente de estos riesgos antes de decidir compartir la cama con tu mascota.


La decisión de compartir la cama con tu mascota debe basarse en sus hábitos, comportamiento y rutinas desarrolladas. Aunque existen beneficios al hacerlo, es crucial considerar los problemas potenciales que pueden surgir. Tanto los aspectos positivos como los desafíos deben evaluarse para determinar la mejor manera de lograr una convivencia feliz. 

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