Seguramente cuando quieres bañar a tu mascota o tan solo cepillarla, te has encontrado con problemas de conducta. Para muchos perros y gatos, mojarlos, frotarlos y cepillarlos es muy molesto, por lo que queremos dejarte algunas formas de hacer el aseo de tu mascota algo divertido para ambos:
1) Crea el ambiente adecuado
La primera recomendación que queremos dejarte es que tanto tú como tu mascota se preparen para el baño, ambos deben estar relajados, y convertir la hora del aseo en un momento agradable. Si tu mascota rehúye, se esconde o se pone difícil, no te estreses, ni reacciones a su comportamiento, simplemente acompáñalo, invítalo y espera que se encuentre más relajado para llevarlo al baño.
Algunas mascotas no cambian su comportamiento, pero sí lo mejoran con el tiempo. Lo importante es que le tengas paciencia y seas más empático con su forma de reaccionar. Si la conducta se agrava o deriva en otros problemas de conducta, consulta con el veterinario o un adiestrador profesional.
2) Rodéate de juguetes
A las mascotas les gusta mucho jugar, si ya tienen juguetes favoritos, incorpóralos al baño. Ellos estarán distraídos o entretenidos con sus juguetes como para prestarle atención a todo lo demás que sucede a su alrededor. Es probable que reaccionen al momento de recibir agua, pero de nuevo, hazlo parte del juego que ya tienen establecido. La presencia de juguetes hará que el aseo de tu mascota sea divertido.
Hazle ver a tu mascota que el baño puede ser un juego más entre ustedes. De hecho, trata de incluir juguetes con agua, para que se acostumbren más rápido a ser mojados y no lo resientan tanto.
3) No te olvides de recompensarlo
Recuerda que para muchas mascotas no es agradable el aseo. Cualquier actividad que esté relacionada con su higiene, como cepillarlo, limpiarle las orejas, bañarlo o cortarle las uñas, puede ser molesto para ellos. Así que estimula su buena actitud con premios, palabras de aliento y mimos.
Si comienza a ladrar, intenta morder, gruñe o se pone reacio, no grites ni llames la atención de su conducta, simplemente ignórala hasta que se calme. Cuando esté tranquilo y permita que realices tu trabajo, entrégale un premio.
Es importante que las recompensas se las des antes, durante y después de haber terminado de acicalarlo.
4) Haz que se sienta cómodo
Algunos perros y sobre todo los gatos, no les gusta tener contacto con el agua, al punto de llegar a temerle. Por lo que es necesario un acercamiento progresivo. No lo mojes rápido y en un solo movimiento, hazlo poco a poco, para darle la oportunidad de acostumbrarse a la sensación y al cambio de temperatura. En este sentido, haz que la temperatura del agua sea agradable para tu mascota. No utilices agua muy caliente o muy fría.
Haz masajes suaves a tu mascota antes de mojarla para que se acostumbre a la sensación de tus manos por todo su cuerpo. Si le aplicas algún producto durante el baño, es probable que tengas que masajear, así que ya reconocerá el efecto.
Cuando hayas terminado el baño, no te demores en secarlo, recuerda que tu mascota querrá estar caliente lo más pronto posible.
Así mismo, si tan solo vas a hacer algún otro procedimiento para asearlo, asegúrate de usar productos que no le hagan daño.
5) Cuestión de actitud
Ten consciencia de que el lugar que elijas para darle un baño va a quedar sucio cuando termines, incluso tú mismo puedes ensuciar tu ropa durante el proceso. No te estreses ni pongas mala actitud ante este hecho que es bastante natural, pues tu mascota resentirá tu cambio de humor.
Durante todo el proceso, desde que llevas a tu engreído al sitio, hasta que termines, debes mantener una actitud positiva y alegre, para darle a entender a tu mascota que tú también te estás divirtiendo, a pesar, de que no sea del todo cierto.