Los gatos son criaturas fascinantes con secretos que pueden complicar su bienestar. Uno de ellos, y quizá el menos comprendido por muchos tutores, es su relación con el agua. A diferencia de los perros, los gatos no suelen beber grandes cantidades y, en muchos casos, incluso parecen ignorar por completo sus bebederos. Sin embargo, la hidratación es esencial para su supervivencia, salud renal, digestión y equilibrio general del organismo.
Comprender por qué los gatos beben tan poca agua, cómo identificar señales de deshidratación y qué estrategias funcionan para mejorar su consumo de agua puede marcar una enorme diferencia en su calidad de vida. Sobre todo, durante el verano, cuando suele subir la temperatura.
¿Por qué los gatos parecen no tomar agua? Un vistazo a su origen
Los gatos domésticos descienden de felinos salvajes que vivían en regiones desérticas, y esta herencia explica gran parte de su relación particular con el agua. En esos entornos, sus antepasados obtenían la mayor parte de la hidratación de las presas frescas que cazaban, por lo que desarrollaron un bajo impulso de sed.
Como consecuencia, incluso hoy, muchos gatos beben apenas pequeños sorbos durante el día sin que esto resulte preocupante: su organismo “espera” obtener gran parte del agua a través de sus alimentos.
A esta predisposición natural se suma su peculiar forma de beber. Los veterinarios señalan que, a diferencia de los perros, los gatos no son capaces de ingerir grandes volúmenes de líquidos de una sola vez.
Los estudios revelan que solo logran captar una proporción de 3/100 de una cucharadita por cada lamida, lo que hace que su hidratación dependa de múltiples tomas pequeñas a lo largo del día. Esta ineficiencia refuerza la necesidad de que el agua esté siempre disponible y accesible.
Por otro lado, muchos gatos muestran una clara preferencia por el agua en movimiento, como la que gotea de un grifo o fluye en una fuente. Este comportamiento tiene un origen instintivo: en la naturaleza, el agua corriente suele ser más fresca, limpia y segura que la estancada.
De este modo, la hidratación en los gatos no es solo un proceso fisiológico, sino también una conducta guiada por su historia evolutiva y por un instinto profundamente arraigado hacia aquello que perciben como más confiable.
¿Cuánta agua necesita un gato al día?
Un gato necesita beber aproximadamente: ½ taza de agua por cada 2,4 kilos de peso corporal al día o 1 onza de agua (29 mililitros aproximadamente) por cada 1/2 onza de alimento seco ingerido (14 gramos aproximados).
Esto puede variar si consume mayor proporción de alimento húmedo, que contiene hasta 70 % de agua, a diferencia del alimento seco, que tiene solo un 10 %.
Monitorear su hidratación es importante, pero puede ser complicado, ya que los gatos no siempre beben del mismo tazón. También ingieren agua desde el alimento, goteras, fuentes caseras o incluso el tazón de otra mascota. Aun así, si notas que tu gato va menos seguido al bebedero, es momento de observar más de cerca su comportamiento.
¿Por qué mi gato no está tomando agua? Principales causas
Los gatos pueden reducir su consumo por razones ambientales, médicas o de comportamiento. Estas son las más frecuentes:
1. Ya están hidratados
Como requieren menos agua que un perro, es posible que un gato con dieta húmeda ya esté cubriendo sus necesidades.
2. El tazón está sucio o el agua huele mal
Los gatos son extremadamente limpios. Cualquier rastro de suciedad, polvo, bacterias, pelos o malos olores puede hacer que rechacen el agua.
3. El lugar donde está el bebedero no es adecuado
Los gatos evitan beber en lugares: ruidosos, muy transitados, donde otro animal los intimide, cerca de la caja de arena. Prefieren beber en zonas tranquilas donde puedan vigilar su entorno.
4. Dolor dental o problemas bucales
Enfermedad periodontal, inflamación o dientes rotos pueden impedir que beban debido al dolor.
5. Enfermedades digestivas
Pancreatitis, gastritis u otras condiciones reducen su apetito y, por ende, la sed.
6. Problemas médicos más graves
Enfermedades como: insuficiencia renal, infecciones urinarias, diabetes, hipertiroidismo pueden alterar el consumo de agua (ya sea reduciéndolo o aumentándolo). Si tu gato deja de beber abruptamente, llama al veterinario.
¿Cómo saber si mi gato está deshidratado?
La deshidratación en gatos puede avanzar rápido debido a su bajo impulso natural de sed. Las señales más comunes incluyen:
- Encías secas
- Letargo o depresión
- Pérdida de apetito
- Frecuencia cardiaca elevada
- Baja elasticidad de la piel
- Disminución en las visitas a la caja de arena
- Pérdida de peso
- Jadeos constantes
Un gato deshidratado necesita atención veterinaria inmediata. En la clínica pueden administrarle fluidos y evaluar causas subyacentes.
Cómo lograr que tu gato tome más agua
La hidratación felina requiere estrategia. A veces no basta con solo llenar el tazón; hay que entender las preferencias del gato.
1. Usa varios bebederos y distribúyelos estratégicamente
Colócalos:
- Lejos de la caja de arena
- Lejos del alimento
- En espacios tranquilos
- Cerca de zonas donde tu gato descansa
- Lejos de electrodomésticos ruidosos
2. Mantén el agua fresca y el tazón impecable
Cambia el agua dos veces al día y limpia los recipientes para evitar olores y restos de grasa o polvo.
3. Cambia el material del tazón
Prefieren:
- Cerámica
- Vidrio
4. Prueba con agua en movimiento
Una fuente felina:
- Mantiene el agua fresca
- Estimula el instinto natural
- Reduce bacterias si se limpia con regularidad
5. Agrega humedad al alimento
Una manera efectiva de aumentar la hidratación es cambiar parcial o totalmente a una dieta húmeda, ya que este tipo de alimento contiene un alto porcentaje de agua y ayuda a compensar la ingesta limitada que muchos gatos realizan por sí solos.
Otra opción es mezclar pequeñas cantidades de agua con el alimento seco, lo que no solo incrementa la hidratación diaria, sino que también puede hacer el alimento más apetecible para algunos gatos.
Finalmente, puedes agregar caldo sin sal y libre de ajo o cebolla a su comida. Este recurso suele atraer a los gatos por su aroma y sabor, y aunque no reemplaza el consumo directo de agua fresca, sí contribuye de manera significativa a mejorar su hidratación diaria.
6. Cambia el tipo de tazón si sus bigotes tocan los bordes
Muchos gatos evitan bebederos profundos porque generan fatiga de bigotes. Usa platos anchos y bajos.
