
Aunque es un procedimiento muy común, la esterilización tiene un impacto sobre la vida de nuestras mascotas, sin importar si se trata de un perro o un gato. Quizás la esterilización sea una decisión médica para mejorar la salud de tu mascota o tan solo se trate de evitar que procree. Sea cual fuese el caso, es una resolución que debe tomarse bajo la supervisión de un profesional. Aquí te dejamos algunas claves para que entiendas la esterilización de mascotas
Es un procedimiento quirúrgico que tiene como fin principal evitar el embarazo. En el caso de las hembras son extirpados los ovarios, los canales uterinos y el útero, mientras que en los machos se extraen los testículos.
Los riesgos de la esterilización son bajos, de hecho es una operación ambulatoria que puede realizarse máximo hasta los 7 años de edad. El cuidado postoperatorio es muy sencillo, solo debe mantenerse limpia la herida y evitar que pase su lengua por ella.
Se puede hacer desde que tu mascota es cachorro a partir de los 2 meses, aunque los cachorros son más sensibles a los efectos de la anestesia. Por otro lado, tanto los ovarios como los testículos, generan hormonas que influyen durante su crecimiento, así que lo ideal es esperar a que una mascota sea joven o “adolescente”.
La realidad es que la edad ideal para este procedimiento depende mucho de la evaluación de tu médico veterinario. Por consenso general, debería hacerse antes de la madurez sexual de tu mascota, que es alrededor de sus 6 o 7 meses, dependiendo de la raza y tamaño.
En cualquier caso, antes de tomar la decisión de esterilizar a tu mascota, es tu veterinario quien determinará cómo llevar a cabo el procedimiento, si es necesario para tu mascota y su estilo de vida y cuáles son las implicaciones que conlleva el esterilizarla.