A menudo escuchamos cuentos de terror o mitos que giran en torno a los gatos, pero estos animales no son los únicos protagonistas de algunos cuentos insólitos. Los perros también tienen su cuota de leyendas urbanas, y aquí te presentamos unas cuantas.
El perro que se estaba ahogando
Esta leyenda urbana con un perro Dóberman proviene de Estados Unidos. Una mujer llega muy tarde a su casa y encuentra a su perro ahogándose en medio del pasillo. Inmediatamente, va en su auxilio y lo lleva a la clínica veterinaria. El veterinario le dice que necesita realizarle un procedimiento y que sería mejor que regrese al día siguiente.
Cuando la mujer llega a casa, recibe una llamada del veterinario, quien estaba muy angustiado. Le pide que salga de su casa de inmediato y llame a la policía. Confundida, le pregunta por qué, y el veterinario responde que sacó tres dedos humanos de la garganta de su perro. Al llegar la policía, encuentran dentro de un clóset el cuerpo de un hombre enmascarado al que le faltan tres dedos.
Los perros no son los únicos que lamen
Esta leyenda urbana con un perro, ha circulado por internet durante muchos años con diferentes variantes; es considerada uno de los primeros creepypastas del internet. Una chica solía dormir junto con su perro labrador, quien siempre se echaba debajo de su cama a la hora de acostarse. La chica se sentía segura con su compañía, y todas las noches, para asegurarse de que su perro estuviera allí, extendía la mano para que su perro la lamiera. Esto se había convertido en una costumbre para ella.
Una noche, escuchó arañazos y ruidos extraños debajo de su cama. Se despertó repentinamente y, antes de encender la luz, extendió su mano para que su perro la lamiera. Se sintió aliviada al sentir el lamido sobre su mano. Al no escuchar más ruidos, volvió a dormirse. Pero nuevamente, un ruido la despertó, esta vez provenía del baño. Extendió la mano y sintió el lamido, pero el alboroto continuaba en el baño. Era un ruido sordo, como un gruñido. Confundida, se dirigió hasta el lugar y al abrir la puerta, encontró a su perro temblando de miedo.
El perro vigilante
Una historia de México cuenta que en un pequeño pueblo, un perro negro se sentó durante días frente a vigilar frente a una casa. Los vecinos lo vieron allí hasta una noche en que encontraron la casa con signos de violencia y la puerta rota. Al entrar, descubrieron el cadáver del dueño, asesinado.
Ni los vecinos ni la policía pudieron determinar cómo había muerto, ya que el cadáver no mostraba signos evidentes de heridas de armas, solo golpes y magulladuras. Nunca pudieron resolver el misterio, pero a todos les llamó la atención que algunas manchas de sangre tenían la forma de patas y que el perro negro no fue visto de nuevo.
Los perros adictos
Otra leyenda urbana que ha circulado por años sobre los perros, sugiere que los perros entrenados para la detección de drogas son eficientes en su trabajo solo porque son adictos a ellas. Se afirma que durante su adiestramiento, la policía mezcla algunas drogas con su alimento para volverlos dependientes y así puedan detectarlas rápidamente cuando las están rastreando.
Por supuesto, esto ha sido demostrado en numerosas ocasiones como falso, ya que las drogas tienen un efecto fatal y devastador en la salud de los perros que llegan a ingerirlas. Los perros las detectan porque esperan su verdadera recompensa, que en la mayoría de los casos es comida, no porque sufran alguna clase de adicción.
El perro negro
Aunque no es propiamente una leyenda urbana, desde Europa y durante muchos siglos ha existido la leyenda de un perro negro que perturba a quienes lo encuentran. Es un espectro con apariencia de perro mucho más grande que un perro normal y con ojos brillantes, que se aparece por las noches en algunos parajes solitarios para anunciar la muerte o desgracias de aquellos que se lo topan. La mayoría de estas historias tienen su origen en el Reino Unido, donde el encuentro con el perro significa diferentes consecuencias. Se cree que estas historias nacen a partir de una mezcla de mitologías, en las que un perro negro era quien cuidaba la entrada al infierno.
América Latina también existen diferentes versiones de este ser espectral. En México, cuentan la historia del Nahual, un brujo capaz de transformarse en perro negro. Mientras que en Centroamérica existe la leyenda de los perros cadejo o el perro cadejo, un perro que arrastra cadenas y aparece para atormentar a los borrachos y trasnochadores de la zona. En Argentina, existe la leyenda del perro familiar, una criatura aterradora que, si se controla, puede traer fortuna a su dueño