El Mau egipcio es un felino de linaje ancestral que cautiva con su belleza exótica y su espíritu juguetón. Esta raza única combina elegancia, velocidad y un vínculo especial con los humanos. Descubre lo que sabemos acerca de esta particular raza de gato.
Historia del Mau Egipcio
Se cree que el patrón del pelaje del gato Mau egipcio es muy similar al encontrado en las esculturas de gatos del antiguo Egipto, por lo que el origen de esta raza podría rastrearse hasta esa época.
Sin embargo, solo hay confirmación de que los especímenes actuales proceden de un ejemplar encontrado en El Cairo en los años 1950. Este espécimen llegó a las manos de Nathalie Troubetzkoy, una princesa rusa que vivía en Roma por esa época. Quedó cautivada con la belleza del animal y decidió criar más ejemplares.
Cuando la princesa se mudó a los Estados Unidos, siguió con la expansión de sus mascotas, llamando la atención de los criadores locales. Así, se dio origen tanto al nombre como a la raza que conocemos hoy en día, pues la palabra “Mau” significa “gato” en egipcio.
En los años 1980, debido a la poca variedad de ejemplares, las crías nacían con muchas mutaciones genéticas, haciendo que la raza casi desaparezca. Por lo que se recurrió al cruce de los especímenes viables, con dos gatos de la raza que vivían en la India. A partir de entonces, la popularidad y población de estos gatos fue en aumento.
Es reconocida como raza desde 1968 por la Asociación Canadiense de Gatos y la Asociación de Criadores de Gatos (CFA). Aunque la nueva variante de los ochenta no fue aceptada sino hasta finales de esa década.
Características del gato Mau Egipcio
El gato Mau egipcio es un gato mediano que puede pesar entre 3 y 5 kg, con un cuerpo elegante y atlético.
Su cabeza tiene forma triangular con una redondez en su contorno. La forma de sus ojos es almendrada, lo que significa que pareciera tener una expresión de constante preocupación o vigilancia, o en todo caso de melancolía. El color de los mismos es verde, bajando su intensidad cuando llega a la adultez.
Su pelaje es de mediano a largo, con una textura muy suave. El patrón de sus manchas suele ser de tipo tabby en la cabeza, con motas en el cuerpo; se dice que la marca en su espalda se asemeja a la forma de un escarabajo. Los colores del Mau egipcio más comunes son el gris, bronce y ahumado (café oscuro o negro).
Conviviendo con este ejemplar
Son gatos muy equilibrados que no reaccionan con facilidad. De hecho, su comportamiento siempre da la impresión de estar bajo el completo control de su territorio, como si fuese un gato al que le gusta vigilar que todo está en orden. Su particular forma de sentarse con las patas traseras al suelo siempre da esta curiosa impresión.
Aunque tiene un temperamento equilibrado, es un gato muy activo que le gustan los ejercicios. Se considera que es una de las razas de gatos domésticos más veloces, así que necesita espacio suficiente para sus juegos.
Los árboles para gatos son ideales para esta raza, pues por naturaleza es un escalador y saltador. Aunque puede convertir toda la casa en su propio laberinto de obstáculos, por lo que hay que estar al tanto de sus movimientos, ya que es normal verlo trepando por muebles altos como el refrigerador.
A pesar de que le gusta mantenerse activo, también disfruta de la compañía de sus dueños. Puede establecer una conexión emocional con una o dos personas, volviéndose completamente dócil y cariñoso ante ellas. Su otra actividad favorita es pasar tiempo en el regazo de sus humanos recibiendo mimos o siendo cepillado.
Una de las características del Mau egipcio es su vocalización. Maullará y moverá la cola con intensidad para expresar su felicidad o simplemente para llamar la atención. Puede ponerse tenso con extraños, pero normalmente necesita tiempo para relajarse y acostumbrarse a su presencia. Su esperanza de vida es de 12 a 15 años.