El gato Ragamuffin es una de esas razas que enamora a primera vista, no solo por su belleza, sino por su carácter increíblemente afectuoso. Conocido por ser un auténtico «peluche viviente», este gato es ideal para quienes buscan un compañero cariñoso, tranquilo y perfecto para la vida en familia.

Origen y evolución del Ragamuffin

El Ragamuffin es una raza relativamente nueva, originada en los Estados Unidos a mediados de la década de 1990. Surgió gracias a criadores de gatos Ragdoll que los cruzaron con otras razas de pelaje largo, como los persas y los himalayos. Su objetivo era ampliar la diversidad genética y obtener una mayor variedad de colores y patrones en el pelaje, sin sacrificar el carácter dócil y encantador que los caracteriza.

Se eligió el nombre «RagaMuffin» para mantener un vínculo con su ancestro el Ragdoll, pero marcando una identidad propia. En realidad, al principio el nombre solo era un chiste entre criadores, pero con el tiempo fue quedando entre las personas que conocían esta raza.

Apariencia física

El gato Ragamuffin es de gran tamaño, musculoso y con cuerpo fuerte. Puede pesar entre 6 y 9 kilos en machos, y entre 4 y 7 kilos en hembras. Uno de sus sellos más distintivos es su pelaje largo, suave y denso, que sorprendentemente no se enreda con facilidad.

Su cabeza es redonda, con ojos grandes y expresivos que pueden ser de distintos colores: verde, azul o ámbar, incluso algunos pueden tener heterocromía; suele tener una expresión que transmite dulzura. Sus patas son robustas y su cola larga y peluda.

Personalidad y temperamento

Si estás buscando un gato con alma de perro, el Ragamuffin podría ser tu compañero ideal. Esta raza es famosa por su docilidad, afecto y apego hacia sus humanos. Les encanta estar en brazos, seguirte por la casa y dormir contigo. Son extremadamente tolerantes, pacientes y poco propensos a los comportamientos agresivos. Además, es una raza juguetona, amigable con niños y otras mascotas, convirtiéndolo en una excelente elección para familias numerosas o con perros.

Cuidados y convivencia

Aunque su pelaje es largo, el gato Ragamuffin no requiere un mantenimiento excesivo. Con uno o dos cepillados semanales es suficiente para mantener su pelaje en buen estado. Disfruta del cuidado y la atención, por lo que el cepillado puede convertirse en un momento de conexión entre el gato y su tutor.

Son gatos que disfrutan de la vida en interiores, por lo que es recomendable mantenerlos en casa para evitar riesgos. Por lo general son muy confiados y poco conscientes del peligro. Les encanta jugar, por lo que enriquecer su ambiente con rascadores, túneles o juguetes interactivos es fundamental para mantenerlos felices y mentalmente estimulados.

Salud y esperanza de vida

El Ragamuffin es un gato generalmente sano, con una esperanza de vida que ronda los 12 a 15 años. Sin embargo, como ocurre con todas las razas, es importante mantener al día sus controles veterinarios, vacunación y alimentación balanceada. No suelen presentar problemas genéticos graves, pero por su estructura robusta, se recomienda controlar su alimentación y fomentar el ejercicio para evitar el sobrepeso.