Uno de los sentidos más agudos que poseen los perros es el oído. Tienen la capacidad de percibir sonidos a largas distancias y captar frecuencias inaudibles para el oído humano, permitiéndoles detectar cosas que nosotros pasamos por alto. Esta agudeza sensorial también los hace vulnerables a ciertos ruidos, como los generados por los fuegos artificiales. Descubre cómo escuchan los perros los sonidos que tienen alrededor.
La capacidad auditiva de los perros
Los perros tienen la capacidad de captar frecuencias mucho más amplias que los seres humanos.
La frecuencia se refiere a la longitud de onda de un sonido. Las altas frecuencias son sonidos más rápidos y agudos, mientras que las bajas frecuencias son sonidos más lentos y graves.
Nosotros, como humanos, podemos percibir frecuencias desde los 20 hasta los 20.000 Hertz, o 20 kHz. En cambio, los perros tienen un rango de escucha que va desde los 67 Hz hasta los 45 kHz. Les permite escuchar sonidos de alta frecuencia como el de un silbato para perros. Lo más sorprendente es su alcance; esta cualidad les permite escuchar a distancias mucho mayores, alcanzando a percibir ruidos ubicados a más de 1 kilómetro de donde se encuentren.
Esta sensibilidad los hace especialmente vulnerables a ruidos fuertes. También, los perros son susceptibles a vibraciones terrestres. En parte gracias a su oído, ciertas razas pueden detectar temblores antes de que estos sucedan.
Su asombrosa capacidad auditiva les permite captar insectos moviéndose entre las paredes, la vibración de aparatos electrónicos y los zumbidos agudos que estos generan. No es casualidad que los perros reaccionen y vean como enemigas a las aspiradoras; el zumbido que producen, apenas perceptible para nosotros, resulta ser extremadamente molesto para ellos.
La estructura auditiva de los perros
Las orejas de los perros desempeñan un papel fundamental en su audición. La diversidad en tamaños y formas de las orejas, desde las típicas puntiagudas de los Pastores Alemanes, hasta las largas orejas de los Basset Hound, influye en su percepción del sonido. La forma les ayuda a que sea captado de manera diferente entre razas y especies. Esta divergencia en la estructura de las orejas, afecta su capacidad para realizar ciertas labores como la caza. Algunas razas pueden detectar movimientos a través de los sonidos mejor que otras.
Los perros tienen un amplio rango de movimientos en sus orejas debido a la gran cantidad de músculos que allí poseen, permitiéndoles girarlas en diferentes direcciones, para captar mejor algún sonido. Sin embargo, esta movilidad varía de una raza a otra. Estos movimientos, además de mejorar su percepción sonora, los utilizan para expresar sus emociones.
El canal auditivo
Por otro lado, su canal auditivo es mucho más largo y angosto que el de un humano, con una forma similar a la letra “L”, lo que permite que el sonido se vea amplificado dentro de sus oídos. Esta característica hace que los sonidos fuertes sean aún más intensos para los perros.
Imagina tener la capacidad auditiva para escuchar a más de un kilómetro de distancia y exponerte a un ruido fuerte muy cercano. Este exceso de estímulos afecta su audición y, por ende, su sistema nervioso. Por ejemplo, el sonido de los fuegos artificiales para los perros, es equivalente a lo que un humano sentiría al escuchar el despegue de un avión.
Esta peculiar forma del canal auditivo también propicia la acumulación de suciedad, como la cera, por lo que es esencial mantener limpios los oídos de los perros para prevenir infecciones. La acumulación de suciedad varía según la raza y el tipo de orejas; así, un Dóberman tiende a acumular menos cera que un Bloodhound.
Para los perros, la audición es un sentido crucial y una parte fundamental de su comunicación con el entorno. De hecho, los perros mayores comienzan a ladrar con menos frecuencia, ya que su capacidad auditiva disminuye con la edad. Así de importante es su sentido del oído.
Es crucial estar atentos a posibles problemas de comunicación en nuestras mascotas, realizar limpiezas regulares en sus oídos y protegerlos de ruidos fuertes como los causados por los fuegos artificiales.
