El 28 de mayo se celebra el Día del Perro Sin Raza, una fecha dedicada a reconocer y valorar a los perros mestizos. Este día busca fomentar la adopción, el cuidado responsable y concientizar sobre la importancia de brindarles a los perros un hogar amoroso y digno, independientemente de su raza u origen.
El cariño por los perros mestizos
Aunque no existe un origen preciso para esta celebración, lo cierto es que durante este día se busca fomentar la adopción y el cuidado de perros mestizos o sin raza definida. Muchos de estos perros son víctimas de abandono o nacieron y crecieron en las calles, por lo que pasaron a ser perros rescatados.
La idea principal es visibilizar a estos perros, que, al igual que cualquier otra mascota, merecen un hogar amoroso y un trato digno. Organizaciones de rescate animal realizan jornadas de adopción y ofrecen charlas sobre el cuidado responsable. También llevan a cabo campañas de desparasitación, vacunación y esterilización de mascotas y animales callejeros.
Vivir con perros sin raza
Adoptar un perro sin raza no implica más o menos riesgos que adoptar un perro de raza. Si bien es beneficioso conocer los rasgos principales del comportamiento de ciertas razas, el desafío de convivir con una mascota es el mismo, independientemente de si tiene una raza específica o no. Lo esencial es que reciban el afecto y cuidado que merecen.
Aunque se aprecien el comportamiento, temperamento y características físicas de ciertas razas de perros, los perros mestizos también tienen un gran valor dentro de los hogares. Pueden desarrollar diferentes habilidades o exhibir rasgos de comportamiento típicas de algunas razas. Adoptar un perro mestizo es igual de significativo que adoptar un perro de raza. Incluso, algunos especímenes pueden ser igual o más hermosos.
Existen iniciativas que analizan el comportamiento de los perros mestizos para identificar características útiles y, a partir de ahí, entrenarlos para cumplir ciertas funciones. Algunos perros rescatistas, perros de vigilancia o perros de apoyo emocional son perros sin raza. Esto demuestra que el valor de una mascota trasciende su raza y reside en sus habilidades y en el amor que ofrecen.
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El origen de los perros mestizos
El origen de los perros sin raza se puede rastrear hasta el inicio de la domesticación de lobos por parte de los seres humanos. En un principio, los lobos domesticados se reproducían entre sí y con lobos aún salvajes. Poco a poco, se fueron diferenciando ambas especies, los lobos de los perros. Pero estos aún no tenían una raza definida, pues poseían diferentes características asociadas a los lobos.
Sin embargo, gracias a factores ambientales e intervención humana, se fueron generando diferentes razas de perros tal como las conocemos hoy en día. Pero para llegar a estas razas definidas como tal, hubo muchos cruces entre diferentes tipos de perros. Aquellos que compartían rasgos físicos y de comportamiento muy distintos entre sí, se les denominó como perros mestizos o sin raza.
La aparición de perros mestizos se fue dando a medida que aumentaban las concentraciones de asentamientos humanos. Posteriormente, los viajes permitieron el cruce de diferentes especies de perros domésticos, generando más mestizaje. Incluso, algunas razas reconocidas en la actualidad surgieron precisamente de estos cruces sin control, lo que al final les dio características comunes que aún predominan.
Hoy en día, consideramos en su mayoría perros mestizos o sin raza a aquellos que están en situación de abandono, viven en albergues o están en la calle. Esta consideración se debe, más que todo, a que en zonas urbanas los perros que viven en la calle suelen reproducirse sin ningún control. De allí que no posean una raza definida o se consideren perros mestizos. Pero esta es una realidad muy sesgada, pues existe un alza en la adopción de mascotas mestizas y también en el abandono de perros de razas.
A pesar de que se les llama perros sin raza, realmente estos perros son una divergencia genética; son únicos por sí mismos, pues no existen dos perros mestizos genéticamente iguales. Cada uno posee rasgos o marcas genéticas únicas.
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